La violencia, en este caso verbal, vuelve a sacudir a las categorías inferiores de fútbol, donde esta campaña ha aumentado este tipo de desagradables situaciones. La última se produjo en la tarde-noche de ayer durante la disputa de la segunda semifinal de la Copa Vasca de juveniles, que se celebra este fin de semana en el campo de Urbieta, en Gernika.
El colegiado se vio obligado a detener durante un cuarto de hora, en el minuto 74, el encuentro que disputaban el Lakua y el Betoño, que se saldó con victoria del último por 0-5, ante la actitud de aficionados del Lakua que profirieron constantes insultos, tal como se recoge en el acta, a futbolistas del Betoño, con apelativos como "retrasados" y "payasos", y que se extendieron a la figura del árbitro, que pidió la expulsión de estos del recinto.
Ante la negativa de esos seguidores, se reclamó la presencia policial y una vez llegadas dotaciones de la Ertzaintza y de la Policía Municipal de Gernika se reanudó el partido. Incidentes que lamentaron el propio CD Lakua, que anunció medidas contra los autores de los incidentes, y la Federación Vasca de Fútbol a través de sendos comunicados.