El verano es la época en la que más se sufren los efectos de la incontinencia fecal por varios motivos. Uno de ellos, es que llevamos menos ropa y, por tanto, este problema puede quedar al descubierto. "Al llevar menos ropa, hay que imaginarnos cómo esconder ese problema". Son las palabras del Dr. Fernando Jiménez, proctólogo de Proktos Clinic, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, con quien hemos hablado en Onda Vasca.
El Dr. Jiménez advierte, además, de que el verano "es una época especialmente complicada porque cambian los hábitos y la persona, que tenía controladas sus deposiciones y su incontinencia de alguna manera con las dietas, con cuidados o con el baño cercano, pierde estas posibilidades de control durante la época del verano"
27 millones de personas sufren incontinencia fecal en el mundo lo que se traduce en 1 de cada 15 adultos en Europa. "Nos damos cuenta en la consulta que son más las personas que lo padecen y que lo han asumido y han normalizado su situación cuando esto de normal no tiene nada. Es un tema tabú y da vergüenza decirlo pero, cada vez, vamos enseñando más a la gente que esto tiene solución".
"Los pacientes, cuando llegan a la consulta y empiezan a hablarnos de ello, se liberan de un peso grandísimo. Y cuando empiezan a contarlo, te das cuenta de que tienes muchas posibilidades de ayudarles, incluso, con cosas muy sencillas como un cambio de hábitos de la dieta, recomendaciones higiénico-dietéticas a diferentes niveles, ayuda psicológica también", añade el proctólogo.
¿Qué es la incontinencia fecal?
La incontinencia fecal es la imposibilidad de controlar cuándo realizamos nuestras deposiciones. "Puede ser en cualquier circunstancia o en cualquier momento del día, son diferentes los grados: algunas personas tienen incontinencia para gases, otras tienen incontinencias muy marcadas para heces sólidas; con lo cual es un tema bastante difícil de sobrellevar".
La incontinencia fecal es más frecuente entre las mujeres por una clara razón: "su causa principal son los partos", aunque el doctor recuerda que hoy en día hay maneras de prevenirlo o de tratarlo posteriormente. Otras causas que provocan incontinencia fecal son problemas neurológicos, enfermedades degenerativas, enfermedades inflamatorias intestinales pero también puede ser multifactorial. Según el Dr. Jiménez, en este último caso "se suman muchos factores que producen estas pérdidas que no se pueden controlar".
Habitualmente, la incontinencia fecal es permanente entre las personas no tratadas "y es un problema que, además, va aumentando con el paso del tiempo". Explica el doctor que el ano está rodeado de músculos y, al igual que con el paso del tiempo vamos perdiendo capacidades como correr menos rápido o movernos con más dificultad, "estos músculos también se van resistiendo con el paso del tiempo; con lo cual, si ya existe una debilidad, se va incrementando con el paso de los años".
Al igual que en su día ocurrió con la incontinencia urinaria, el Dr. Jiménez se muestra confiado en que "con las campañas que estamos haciendo, con la concienciación a nivel poblacional y con la oferta de que hay posibilidad de cura y de mejora, la gente pierda el tabú hacia esto, que no está justificado. Es una cuestión que es tan común y tan frecuente que la gente se va dando cuenta de que el de al lado también tiene el problema y se soluciona".
Hay solución
"La incontinencia fecal se puede mejorar, se puede tratar, se puede corregir y se le puede volver a dar calidad de vida a pacientes que, incluso, están aislados socialmente por este problema". En este sentido, el Dr. Jiménez explica que en los tratamientos "partimos siempre de menos a más: partimos de recomendaciones dietéticas, de una dieta más astringente, recomendaciones de ejercicios, de terapias de suelo pélvico; después, pasamos a un siguiente escalón que es tratamiento por medio de medicamentos, de fármacos hasta otro tipo de medidas como el uso de edemas, laxantes; para controlar algunas situaciones específicas, antidiarreicos; y también existe la posibilidad de, en algunos casos, cirugías de diferentes tipos: reparaciones de los músculos afectados, electroestimulación mediante neuromoduladores, etc... Estamos trabajando en ello con diferentes tecnologías que dan solución a la mayoría de los pacientes".
En algunos casos, incluso, es posible revertir completamente el problema pero, sobre todo, destaca el Dr. Jiménez, aunque la recuperación no pueda ser el 100%, "es muy posible que la persona recupere su calidad de vida, que pueda volver a ir al bar a tomarse un café con sus amigos, a salir a la calle, a disfrutar de sus vacaciones, a ir a la playa, a disfrutar de momentos de relax, etc..."