El gran partido y el esfuerzo que realizó ayer el TD Systems Baskonia en la Fonteta, tras todos los contratiempos que ha sufrido el equipo en las últimas semanas, no tuvo recompensa y quedó la sensación de que los colegiados pudieron tener algo que ver en el resultado final del encuentro.
El conjunto gasteiztarra tuvo el partido en su mano al cosechar una ventaja de nueve puntos en el último cuarto, cuando puso el 65-74 en el marcador tras un robo de Giedraitis. Si los alaveses hubieran sabido gestionar su ventaja no habría sido necesario hablar de polémicas arbitrales, pero al final la última jugada del partido, en la que Henry intentó lanzar un triple y Vives le arrebató el esférico, dejó, como mínimo, margen al debate y al descontento azulgrana.