La consejera de Salud, Santos Induráin, ha afirmado este jueves en el Parlamento que “todos los sectores sanitarios, los sindicatos y los partidos deben formar parte de la solución”. Asimismo, ha señalado que la huelga del Sindicato Médico “está teniendo un seguimiento relativamente limitado y con una tendencia claramente a la baja desde el primer día”. “Se inició con un seguimiento del 9,4% del total de la plantilla en el turno de mañana y está a día de ayer –refiriéndose al miércoles– por debajo del 4%”, ha dicho.
La consejera ha indicado que no presenta estos datos “para restar importancia” al impacto del paro, puesto que se han suspendido más de 2.000 citas entre consultas, operaciones o pruebas –hasta el martes– y “hay pacientes afectados que merecen todo nuestro esfuerzo por recuperarlos y recitarlos”. Asimismo, ha señalado que “esta huelga no es el cauce ni mejor ni más eficaz” para materializar mejoras, pero que el departamento “tiene claro que va a seguir trabajando para llegar a acuerdos, reconducir los conflictos, impulsar medidas que beneficien a los médicos, al resto de trabajadores y a la ciudadanía navarra”.
El portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, ha advertido a la presidenta del Gobierno foral de que “no puede mirar para otro lado” ante las huelgas en Salud y le pidió que diera la cara, ya que, a su juicio, “el deterioro del sistema sanitario de Navarra es el mayor fracaso del Gobierno de Chivite”.
Por parte de EH Bildu, Laura Aznal se ha mostrado crítica con el Ejecutivo y ha indicado que la situación de Osasunbidea es “muy preocupante, con diferentes huelgas convocadas por los profesionales sanitarios, muchos problemas de accesibilidad por parte de la ciudadanía y un sentimiento generalizado de hartazgo”. La parlamentaria ha reclamado “una hoja de ruta concreta, medidas concretas, cuantificadas, que es lo que hemos pedido y a día de hoy seguimos sin tener”.
Induráin ha respondido que la Mesa Sectorial, la General y, en su caso, el Parlamento son los foros adecuados para alcanzar acuerdos y que las medidas que se puedan acordar “no suponen una solución a todos los problemas estructurales y de fondo, pero sí mejoras muy importantes y útiles para los profesionales y la ciudadanía”.