Iñigo Martínez regresa por cuarta vez a Anoeta desde que fichara por el Athletic

eL anuncio de su repentina baja para el compromiso en el RCDE Stadium pocos minutos antes del inicio del partido generó cierta alarma por lo inesperado de la noticia. El impacto se desactivó enseguida. Su ausencia se debió a molestias estomacales, por lo que, salvo alguna complicación imprevista, Iñigo Martínez (Ondarroa, 7 de mayo de 1991) estará a disposición de Marcelino para el gran derbi del domingo en Anoeta frente a la sorprendente Real Sociedad que le toca hoy recuperar el liderato en caso de vencer en Balaídos al Celta. Iñigo presenció desde la grada el empate que supo a muy poco a un Athletic que fue superior al Espanyol, salvado por su portero Diego López, y pone ya el foco en el reencuentro con su exequipo, un duelo que, evidentemente, acentúa su motivación. El ondarrutarra no sabe lo que es ganar en Anoeta como rojiblanco, pero lo quiere hacer cuando este octubre se ha cumplido una década de su primer derbi. Lo jugó, evidentemente, con la camiseta de la Real, cuando aún tenía ficha del Sanse, y acaparó titulares gracias a su espectacular tanto desde el centro del campo con un golpeo que sorprendió a Gorka Iraizoz. Fue su primer gol en Primera División, pero lo cierto es que no sirvió para evitar la victoria del Athletic, la primera de la era Marcelo Bielsa, gracias al doblete de Fernando Llorente, que ayer miércoles consumó su regreso a Euskadi con su fichaje por el Eibar y competir en Segunda División.

Diez años después asoma otro Iñigo, un futbolista menos querido en Donostia desde que fichara en enero de 2018 por el Athletic, donde se ha convertido en una de sus grandes referencias. Su caso es especial. Le persigue su pasado realista, por mucho que quiera suavizar esa sombra. Y el destino ha querido ser hasta cruel con el central, sobre todo en la finalísima de Copa del pasado 3 de abril en La Cartuja. Un penalti suyo cometido sobre Portu supuso a la postre el título de la Real para escarnio del rojiblanco, que precisamente no tiene nada de fortuna cuando juega contra su exequipo. Lo ha hecho en siete ocasiones como león y solo en una ha conseguido la victoria, en el derbi de la campaña 2019-20 en San Mamés (2-0). El resto lo ha saldado con cinco derrotas y un empate, el sellado el curso anterior en Anoeta, a donde vuelve Iñigo con galones y consciente de que precisamente no le espera mucho cariño por parte de la que fue su afición.

Aquel bello tanto del 2 de octubre no fue el único que Iñigo ejecutó al Athletic, ya que también marcó en San Mamés en octubre de 2016, y al igual que en su primer derbi tampoco valió para que la Real sumara, ya que perdió (3-2), con Iker Muniain e Iñaki Williams, hoy en día compañeros suyos, como goleadores de los leones junto a Aritz Aduriz. Iñigo Martínez jugó su último derbi como txuri urdin (0-0 en San Mamés) un mes antes de que firmara por el Athletic y disputó el primero como rojiblanco tres meses después (derrota por 3-1 en Anoeta) de estrenarse en el Athletic, en el que acumula 134 partidos frente a sus 239 como txuri urdin. El domingo Iñigo, que ha jugado completos 131 de esos 134 encuentros en el Athletic (solo dos veces sustituido y en ambos casos ante el Barça y el otro no lo acabó por segundos cuando fue expulsado ante el Levante), vuelve a Anoeta dispuesto a vivir su primer triunfo como rival. Diez años después del otro Iñigo.