¿A qué se va a dedicar Iñigo Urkullu a partir de ahora?. Muchas han sido las hipótesis sobre cuál sería el futuro de quien ha ocupado la máxima representación de Euskadi en los últimos doce años. Fiel a su estilo de discreción, el propio Urkullu lehendakaria no dejó entrever sus planes mientras todavía estaba al frente del Ejecutivo Vasco. "Ya veremos", ha respondido en múltiples ocasiones ante las preguntas sobre su nueva etapa siempre, eso sí, dejando entrever que su vida profesional continuaría. Nada de jubilación ni de parón. Siempre ha manifestado, además de su compromiso militante político, su propósito de seguir trabajando por el bien de Euskadi.
Durante estos meses, según información a la que ha tenido acceso DEIA en exclusiva, Iñigo Urkullu ha diseñado lo que serán las bases de una Fundación que tendría como denominación posible "BasK-AtlantiK" que trabajará por propiciar, desde la sociedad civil y en colaboración con distintos espacios y redes de colaboración existentes, dinámicas que favorezcan el entendimiento entre agentes públicos y privados de la fachada atlántica europea, en torno a una visión y acción compartidas para garantizar la prosperidad futura de este espacio geográfico, comprometida con el Desarrollo Humano Sostenible y los objetivos impulsados por Naciones Unidas.
La preocupación por el encaje de la CAV en el plano internacional en general, y en Europa en particular, ha sido una constante en los tres mandatos de Urkullu. Su esfuerzo ha ido siempre encaminado a evitar la disolución de la identidad vasca en un mundo cada vez más global. En este contexto, Urkullu busca trabajar por evitar que la fachada atlántica quede relegada a un segundo plano. Ya dio aviso de ese objetivo con la defensa de la creación de una Macrorregión marítima atlántica, para poder seguir defendiendo la posición de Euskadi en Europa.
Para Urkullu esta macroregión debe servir para una cooperación entre territorios atlánticos más estratégica, con impulso político y gobernanza multinivel efectiva dado que, recoge el documento al que ha tenido acceso DEIA, su aprobación supondría el poder definir una estrategia para el eje atlántico europeo y la posibilidad de alienar fondos y esfuerzos; dar cohesión y visibilidad a la región atlántica y resituarla en el centro de la agenda europea; y la territorialización de las políticas de la UE con la participación plena de los distintos niveles de gobierno
La Fundación
Ahora, Urkullu y sus colaboradores quieren que la Fundación que dirigirá -y que contará con el respaldo de grandes empresas y ayuda de diferentes personalidades del ámbito económico y social vasco-, ponga en valor el eje atlántico y el papel de los territorios como expresión más cercana de la ciudadanía europea ante dos grandes ejes estratégicos de actuación: El primero, la defensa de una fachada atlántica europea próspera, comprometida con ese desarrollo humano sostenible; y en segundo lugar, fomentar la participación de los niveles institucionales más cercanos a la sociedad en la gobernanza de la Unión Europea.
Según recogerían los estatutos de la Fundación BasK-AtlantiK Fundazioa esta participación es, además, fundamental para que, tanto en el diseño de las políticas como en su implementación, se tengan en cuenta las especificidades de los distintos territorios. En este contexto, el objetivo es promover la reflexión, el debate y la investigación en relación a una gobernanza multinivel efectiva en la Unión Europea; analizando cómo reforzar los valores democráticos de la UE y arbitrar el adecuado encaje de las regiones; todo ello con el fin de trabar consensos y alumbrar propuestas para una gobernanza multinivel efectiva, respetuosa con la autonomía regional de los Estados miembro, que no paralice la toma de decisiones de la UE.
La Fundación estará radicada en Euskadi y aspira a convertirse en referente para los gobiernos subestatales, así como para los actores de la fachada atlántica. Así desarrollará sus actividades desde la CAV, poniendo especial foco en la realidad vasca, si bien para el buen cumplimiento de sus fines, su ámbito de actuación será la Unión Europea y, particularmente, el área atlántica.
Estará fuertemente conectada con 'think tanks' de prestigio y personalidades de amplia trayectoria en la UE. Tendrá personalidad jurídica propia y plena capacidad jurídica y su patronato será un órgano colegiado compuesto por un mínimo de tres miembros y un máximo de 25, quienes ejercerán su cargo gratuitamente.