El Ejecutivo de Urkullu ha celebrado este martes un Consejo de Gobierno diferente y especial para todos sus integrantes, marcado por el aroma de despedida en puertas de la investidura de Imanol Pradales y en un momento en el que varios de sus integrantes se jubilan y se da por hecho que habrá un relevo generacional casi total, si es que no es absoluto. Tras mantener un “desayuno frugal”, y como explicó su portavoz, Bingen Zupiria, abordaron un orden del día muy amplio con 55 acuerdos que creían importante adoptar antes de terminar, y después escucharon unas palabras tanto del lehendakari Urkullu, del PNV, como del vicelehendakari en funciones, Iñaki Arriola, del PSE. Ambos coincidieron en trasladar la idea de que las discrepancias que han surgido han sido menores de lo que ha podido parecer en los medios de comunicación, y reivindicaron los esfuerzos de ambos partidos por evitar “la bronca y la diferencia”. Los dos partidos se preparan para volver a gobernar en coalición.
Zupiria no dio ni una opción a especular con el futuro del lehendakari ni de él mismo. Oficialmente, solo han confirmado su jubilación los jeltzales Josu Erkoreka y Pedro Azpiazu, y el socialista Iñaki Arriola. En cualquier caso, la sensación más extendida es que no va a repetir nadie, salvo, si acaso, Nerea Melgosa.
Zupiria se centró en explicar que, tanto en la intervención del lehendakari como de Arriola, “ha habido un reconocimiento a la disposición al acuerdo y el diálogo que han mantenido todos los departamentos” y “han sido muchos los casos en los que se ha hecho un esfuerzo muy importante por parte de todos y todas los consejeros para llegar a acuerdos e intentar evitar transmitir a la sociedad una sensación de bronca y de diferencia".