Las familias de hijos e hijas con altas capacidades intelectuales también reclaman formación específica dirigida al profesorado que debe intervenir y acompañar en todo el proceso al alumnado. “El profesorado necesita una profunda formación de calidad para poder atender adecuadamente las necesidades específicas de este alumnado”, señala la presidenta de Aupatuz, Inma Unzueta. Sin embargo, esta reclamación no cuadraría con el curso on line de cuatro horas sobre altas capacidades que ha recibido parte de los docentes dentro de la experiencia piloto que se ha desarrollado el pasado curso en 1º y 6º de Primaria.
En opinión de Unzueta, los avances en este ámbito “deben ser más generalizados que lo que se está haciendo actualmente para poder revertir la situación actual de inatención mayoritaria. Se avanza, y desde Aupatuz llevamos varios años ofreciendo formaciones de diferente tipo a los centros escolares que están interesados en formarse. Pero la administración puede asumir una formación más sistemática para todos los estamentos educativos. Esto ayudaría a superar los falsos mitos y estereotipos, fuertemente instalados en la sociedad y que contribuyen en la no identificación de la inmensa mayoría de los alumnos con ACI”.
Cultivar la curiosidad
Para la presidenta de Aupatuz, una de las claves del correcto abordaje de las altas capacidades radica en que la escuela cultive la curiosidad. “Javier Tourón, catedrático emérito de la UNIR usa la expresión El talento que no se cultiva, se pierde para expresar la consecuencia de la no detección y la consecuente inatención de sus necesidades. No se trata de hacer más de lo mismo sino de hacer diferente: más complejo, con mayor profundidad. Atendiendo, obviamente, los puntos de interés del alumnado. Mimando esa curiosidad, esa motivación intrínseca”, comenta Unzueta.
“Los estudiantes -añade- precisan de unos mentores/profesores que les planteen retos acordes a su capacidad e intereses”. Necesitan, dice, un entorno escolar que “no limite su velocidad de aprendizaje ni los contenidos a aprender, además de poder interactuar y trabajar colaborativamente con compañeros capaces de seguir su ritmo. Precisan adaptaciones y enriquecimientos, o incluso flexibilizaciones del currículo (parciales o totales)”. Desde la asociación ponen de manifiesto que estas condiciones no se suelen dar en las aulas habitualmente. No encajan, dicen, en un sistema educativo que “se basa en que todos aprendan lo mismo a la vez, ni en un entorno cooperativo si existe fijación por trabajar sistemáticamente en grupos con muy diferentes velocidades y capacidades de aprendizaje”. Y aun así, la mayoría de estas familias siguen apostando por que sus hijos e hijas acudan a aulas normales atendiendo a la apuesta del sistema educativo vasco por la inclusividad. Abogan por una escolarización normalizada, pero en condiciones.
La presidenta de Aupatuz afirma que la equidad “implica eliminar barreras que dificultan el aprendizaje de todo tipo de alumnos. Pero para lograrlo el profesorado debe formarse en la atención a la diversidad en las aulas e implementar metodologías activas y diseños universales de aprendizaje sistemáticamente y eso no se va a lograr de la noche a la mañana”. De mientras, añade, “deberían ponerse en marcha iniciativas innovadoras para poder atender a este alumnado en las aulas adecuadamente sin sobrecargar aún más el ya de por sí saturado profesorado, inmerso en la última reforma educativa”. Por este motivo, desde Aupatuz crearon durante la pandemia una plataforma, Sakonduz, precisamente para poder servir de apoyo en esta etapa.
No obstante, Unzue lamenta que el coste económico de esta plataforma “no es asumible por una asociación de familias como Aupatuz, pero la valoración de su uso es positiva y la universidad actualmente está estudiando su validez como estrategia de atención curricular, tras un curso donde se ha realizado un pilotaje en varios centros escolares de Gipuzkoa. La colaboración entre Aupatuz y la administración educativa podría dar frutos beneficiosos para la educación de todos los alumnos y convertir a nuestra comunidad en referente”.