La ministra francesa de Deportes, Roxana Maracineanu, calificó de "un insulto" para el fútbol y para los aficionados la trifulca desatada en el estadio Allianz Riviera durante el encuentro entre el Niza y el Olympique Marsella, el domingo, que finalmente fue suspendido pese a la petición expresa de la Liga Francesa de que se reanudase. El equipo marsellés optó por no comparecer y se le dará por perdido el partido, según la normativa. Una posibilidad que a la vista de lo sucedido y las repercusiones que está teniendo el altercado parece improbable. Lo que sí es un hecho contrastado es que cuando la Ligue 1 había alcanzado una repercusión internacional sin precedentes tras la llegada de Leo Messi al PSG el fenómeno ultra reaparece con toda su crudeza, embarrando todo el campo de juego.
El encuentro se detuvo en el minuto 74 cuando ultras del Niza saltaron al césped para agredir a los jugadores del Marsella después de que Dimitri Payet fuera golpeado por una de las numerosas botellas lanzadas y éste optara por devolverla a la grada.
Cuando el grupo de hinchas locales irrumpieron en el campo Payet, junto alguno de sus compañeros, como el defensa cántabro Álvaro, a quien el Niza acusa ahora de provocarles con una peineta, se encararon con los intrusos, aunque rápidamente buscaron el túnel de vestuarios. Tardó algo más su entrenador, el argentino Jorge Sampaoli, que tambiém se encaró con los aficionados y tuvo que ser controlado por su cuerpo técnico. Con los ánimos sosegados, se decidió reanudar el partido, el Marsella se opuso y el choque se suspendió.
Las excusas de la Liga Roxana Maracineanu consideró ayer que con estos incidentes "se ha superado una línea roja" y confía en que "habrá sanciones para los que sean designados como responsables".
La Fiscalía de Niza ya ha abierto una investigación y a partir de ahí la ministra espera que "la justicia podrá continuar serenamente su trabajo" para identificar a los culpables.
También ha iniciado su propia investigación la Liga de Fútbol Profesional, que ha convocado al Olympique de Marsella y al Niza a la reunión de la Comisión de Disciplina que mañana analizará los incidentes, que califica como "graves".
En medio de la polémica, los responsables de la Liga trataron de justificar su apoyo a la reanudación del polémico encuentro argumentando que la delegación del Gobierno francés había dado el visto bueno.
Los ultras del Niza que protagonizaron el incidente pueden pagar cara su incontinencia. Se arriesgan a una pena de prisión de hasta tres años y una multa de 45.000 euros y la prohibición de entrar en un terreno deportivo durante cinco años, según adelantó la Fiscalía francesa. En un comunicado informó que tras analizar las imágenes de vídeo dispone de varios cargos contra los sospechosos de los incidentes.
Además llueve sobre mojado. En la jornada anterior, el Marsella jugó en Montpellier y una botella alcanzó al centrocampista Rongier en la boca a 10 minutos del final, cuando su equipo había remontado un 2-0 en contra. El partido fue suspendió durante unos minutos.