Insultos y amenazas contra refugiados ucranianos: "Es muy triste, grave y trágico"

En el año que ha pasado desde que Rusia invadiera Ucrania hemos visto en varias ocasiones cómo partidarios del régimen de Putin han atacado sedes de diferentes asociaciones que trabajan con refugiados e incluso dos centros de refugiados ucranianos en Bizkaia con mujeres y niños y niñas, pintando zetas y símbolos de la URSS.

Ahora con el aniversario esos ataques han vuelto y esta semana, Eutsi Ukrania denuncia que han aparecido pegatinas en las sedes de SOS Ukrania en Bilbao y en un coche de uno de los voluntarios de Eutsi Ukrania. No sólo eso sino que miembros de esta última asociación han recibido mensajes insultantes y amenazantes por redes.

Una revictimización en toda regla. "Es muy triste y lo quiero denunciar porque me parece muy triste ya tener que abandonar tu casa y tener que encontrarte pintadas en los albergues y en los centros donde hay ucranianos con una pintada de una Z y demás. Es muy grave", subraya. 

Considera que responde a la alteración que vive la gente. "Es lo que pasa con la guerra. Provoca odios y hay gente irresponsable con sus comentarios", señala. Pide que pensemos en Mariúpol y la destrucción del teatro de la ópera donde se refugiaban de las bombas mujeres, niños y niñas. "Estos días leo a columnistas que están todo el rato hablando de nazis cuando se refieren a ucranianos o en tertulias radiofónicas a los que hablan de refugiados privilegiados", remarca incrédulo y pregunta, "¿usted cree que con lo que han sufrido son privilegiados?

Una guerra enquistada

Reconoce Miguel Gutiérrez que ha estado ya tres veces en Ucrania en diferentes misiones con la Asociación Eutsi Ukrania que la guerra no tiene visos de acabar pronto. "No se ve luz en el horizonte", lamenta. 

Ha sido contundente en su respuesta a quienes insisten en que enviar armas a Ucrania es apostar por la guerra y critican que no se esté explotando lo suficiente la vía diplomática. "Me parece una falacia decir que no se apuesta por la diplomacia. Es falso. Se habla todo el rato bajo palio y esto de que se alimenta la guerra mandando armas es otra falacia", sentencia.

"¿Vamos a pagar con vidas ajenas un supuesto pacifismo?", pregunta y recuerda que quien critica ese envío de armas lo hace desde la libertad. "Nadie quiere la guerra. Todos queremos la paz. La pregunta es cómo la conseguimos. Algunos creen que dejando indefenso y esclavizado al pueblo ucraniano vamos a conseguir la paz. Otros pensamos que así alimentamos a la bestia y que después va a venir otro pueblo invadido", remarca. 

"Lo que no tolero es esa pátina de decir yo soy pacifista y usted no", asevera. "Permitiendo que este dictador esclavice un país y ya van varios, ¿dónde está el punto? Putin está destruyendo un país".