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Para manejar un vehículo, especialmente los de motor, es necesario encontrarse en perfectas condiciones. No sólo se trata de no haber bebido o de conducir con sueño, sino de que el estado de nuestro cuerpo nos permita realizar todos los movimientos necesarios. Y claro, para conducir un coche estándar es necesario utilizar los dos brazos, salvo que se cuente con un vehículo adaptado para personas con minusvalía.
Sin intermitentes y sin brazo
No es el caso de un conductor que fue interceptado hace unos días en el municipio de Toén (Ourense). En principio una patrulla de la Guardia Civil se movilizó en su busca tras recibir varias llamadas que alertaban sobre su conducción errática: no usaba nunca los intermitentes para señalizar cualquier cambio de dirección y además, circulaba por mitad de la calzada sin ceñirse, como marca el reglamento, a la parte derecha de la misma.
Pero es que la cosa era todavía peor. Los agentes pudieron comprobar cómo el hombre, de 85 años, no tiene brazo derecho, con lo que cada vez que necesitaba cambiar de marcha debía soltar el volante y accionar la palanca con el izquierdo, con el peligro que supone dejar el coche unos segundos a merced de lo que pueda pasar. Eso sí, por suerte no causó ningún accidente en su trayecto
Furgoneta no adaptada
La furgoneta que conducía no contaba con las adaptaciones necesarias para que la manejara una persona con su discapacidad, con lo que la Guardia Civil procedió a formular una denuncia administrativa ante la Jefatura Provincial de Tráfico de Ourense tanto por conducción anómala como por no tener adaptada la furgoneta a sus condiciones psicofísicas.
Porque la ausencia de un brazo no le impediría conducir si el vehículo estuviera acondicionado para su discapacidad con un pomo en el volante, que permite cambiar de marcha son soltarlo, o con cambio automático o secuencial. Todo ello siempre después de someterse a un examen médico y psicotécnico que determine las adaptaciones que requiere el vehículo, cuyas modificaciones deben quedar reflejadas en la tarjeta de inspección técnica (ITV).
Colaboración ciudadana
Sólo así se puede garantizar que un conductor con una discapacidad, en este caso la falta de un brazo, pueda circular sin ponerse en riesgo a sí mismo ni tampoco al resto de personas que utilizan las carreteras.
La Guardia Civil agradeció la colaboración ciudadana, que sirvió para interceptar al conductor y evitar males mayores, y recordó que cuando se presencien conductas irregulares basta con llamar al 062 o al 112.