En puertas de la Diada, ayer vio la luz un informe donde el Ministerio del Interior considera “legítimo, idóneo y oportuno” infiltrar a agentes policiales en organizaciones independentistas por la situación que atraviesa Catalunya, documento fechado a 10 de agosto que responde a la demanda presentada por Òmnium Cultural ante la Sala Contenciosa Administrativa de la Audiencia Nacional un mes antes. El escrito resalta que los agentes “realizan su labor dentro de los parámetros de la norma” y se ajustan a la legislación vigente, entre la que cita la Estrategia Nacional contra el Terrorismo y la Estrategia de Seguridad Nacional. Se apoya en lo sucedido en el procés ya que, a juicio de este departamento, “se ha producido violencia grave y se ha visto afectado tanto el libre ejercicio de los derechos y libertades como la seguridad ciudadana”, de modo que, al pretender alterar la estructura territorial del Estado, la actuación de los servicios de información queda legitimada.
En ese escrito, el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska relaciona la reivindicación independentista con la comisión de posibles hechos delictivos, y destaca la “multimilitancia” de los participantes. Además, sostiene que la estrategia independentista “se ha traducido” en el llamamiento a participar en acciones manifiestamente ilegales, la participación en manifestaciones no autorizadas y el sabotaje contra instalaciones públicas. Interior subraya la participación en estas acciones de “un gran número de condenados o procesados”, un “elemento común que no puede ser ignorado”.
Semejante argumentario llevó a Pere Aragonès a denunciar la “persecución política” contra el independentismo, mientras que Òmnium, una de las entidades civiles del mundo soberanista, censuró que existe “una estrategia de Estado para vincular el independentismo al terrorismo”, arremetiendo contra Interior por “inventarse prácticas violentas inexistentes” y emplazando a la ciudadanía a manifestarse en la Diada. Aquella demanda de esta organización ante la AN recogía cómo un agente de la Policía Nacional estuvo militando durante dos años en el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (Sepc), un colectivo vecinal y un casal popular, y que agentes policiales “intentaron captar” a un militante del Jovent Republicà.
Marlaska se justifica
Marlaska salió al paso mostrando su “total oposición” a la denuncia de Òmnium y negando que su departamento vincule el independentismo con el terrorismo, pero no desdijo el contenido de este informe relativo a las infiltraciones policiales. “Manifestar mi total oposición a esos comentarios y recordar que estamos en un Estado de derecho y que las funciones de las fuerzas de seguridad del Estado son garantizar la seguridad y el libre ejercicio de los derechos y libertades del conjunto de los ciudadanos”, manifestó el responsable de Interior.
El presidente de Òmnium, Xavier Antich, criticó por contra que “estas prácticas del departamento de Marlaska suponen una clara vulneración de derechos fundamentales enmarcada en la causa general contra el independentismo, donde el Estado actúa “con total impunidad y al margen de la ley”. A su juicio, “el Estado se inventa una falsa violencia porque es incapaz de afrontar democráticamente el conflicto político catalán, y aplica medidas propias de la lucha antiterrorista contra un movimiento democrático y pacífico como es el independentismo”. “Personas que pertenecen al mundo asociativo independentista, englobando una amplia gama de asociaciones, coadyuvan a la consecución ilegal de la independencia de Catalunya, llegando a realizar en algunos casos acciones de tipo radical-violento en el marco de la estrategia global secesionista”, entiende Interior según la información facilitada por Òmnium en base a ese informe.
Aragonès recalcó que los hechos denunciados, así como la justificación del ministerio, son “preocupantes y de extrema gravedad”. ERC, a través de su portavoz, Marta Vilalta, se dirigió directamente al líder del PSC, Salvador Illa, y al ministro de Cultura, Miquel Iceta: “¿Creen que somos unos terroristas? ¿Comparten el orgullo de Sánchez por el 155 en Catalunya?