Behobia intenta recuperarse de una nueva noche en vilo por la crecida del río Bidasoa, que a las 9:00 horas ha empeorado coincidiendo con la pleamar: la estación de medición de Euskalmet en Irun ha marcado una altura del nivel del río de 6,26 metros, con las consiguientes afecciones.
Dos horas antes, y tras una noche de lluvia y viento, agentes de la Policía Local, voluntarios de Protección Civil, vecinos y comerciantes vigilaban que las compuertas colocadas estuvieran haciendo su trabajo ante la que podía llegar con la pleamar.
Para esa hora, calles como María Juncal Labandibar estaban anegadas, no tanto por la crecida del río en superficie (las compuertas realizaban su trabajo), sino, según creían los vecinos, por que el sistema de alcantarillado que dirige las aguas al río ya no daba abasto.
Además de la propia ribera del río, otros dos puntos de atención principales tenía Behobia esta mañana: Zaisa y la zona de Mendipe y Lastaola. Esta última se ha llevado la peor parte. A las inundaciones de bajos y garajes en las calles Alcaldía de Sacas, Lastaola y Urjauzi, ha habido que sumar otras afecciones como cortes de tráfico y desvío de la línea 1 de autobús urbano, cuya parada de cabecera a escasos metros del Puente Internacional también se ha visto inundada.
En cuanto a la zona de transporte, el aparcamiento de Zaisa 1 también se ha visto afectado por la crecida del río Bidasoa. En este sentido, la rotonda que regula el tráfico entre la zona comercial de Behobia, Zaisa y el Puente Internacional también ha registrado balsas de agua que hacía frenar a los conductores.
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La mesa de seguimiento tenía prevista una reunión a las 10:30 horas para evaluar la situación, que también ha afectado a otros enclaves de Irun como la calle Ermita, y los daños ocasionados por la riada.