Conocer qué nos depara el futuro inmediato en 2022 desde una perspectiva macroeconómica y de inversión es el objetivo del Encuentro DEIA: BBVA Perspectivas 2022, en el que han aportado su conocimiento Rafael Doménech, director de BBVA Research; Álvaro Manteca, responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA; y Elisa Dorronsoro, directora del segmento Banca Privada Dirección Territorial Norte de la citada entidad, moderados por Iñaki González, director de DEIA.
En un primer acercamiento al escenario macroeconómico básico y las grandes tendencias que anticipan para 2022, Rafael Doménech lanza tres mensajes. Uno sobre crecimiento. "Esperamos que la economía mundial siga con un crecimiento muy elevado en 2022, con las grandes áreas económicas, Estados Unidos y Europa, creciendo por encima de su potencial", avanza al tiempo que estima para EE.UU. un crecimiento del 4,2%, para Europa del 3,7% y China convergiendo en el entorno del 5%. Crecimiento que califica de "muy robusto" en este segundo año de recuperación tras la pandemia.
El segundo tiene que ver con la inflación, que "sorprendió por intensidad y por su persistencia en la segunda parte de 2021 y que nos va a acompañar durante buena parte de 2022, al menos durante la primera mitad, como resultado de todas las disrupciones en las cadenas mundiales de producción, cuellos de botella, etc." A su entender, "habrá que esperar a finales de este año para ver ya una moderación significativa en el crecimiento de los precios".
Y el tercer mensaje del director de BBVA Research se centra en el hecho de que "vivimos en tiempos de incertidumbres, por lo tanto, nuestro escenario base se ve sometido a muchas de ellas y a riesgos que si se materializan pueden hacer variar las previsiones de crecimiento y de inflación".
Buen comportamiento
Desde el punto de vista de los mercados y de la inversión, Álvaro Manteca recuerda que la economía está estrechamente relacionada con la evolución que cabe esperar de los mercados financieros y partiendo de lo afirmado por Rafael Doménech, considera que "este crecimiento sólido esperado para 2022 se debería manifestar también en un buen comportamiento de los mercados financieros". A este respecto detalla que "en los activos de renta variable, una de sus primeras fuentes de rentabilidad son los beneficios empresariales y en un entorno en el cual el crecimiento económico es sólido debemos esperar que los beneficios empresariales también tengan un crecimiento y eso mantendrá soportados los niveles de precios de las acciones".
A riesgo de que esta previsión parezca aventurada en vista de la volatilidad con la que ha comenzado el año, piensa que "este arranque nervioso de los mercados responde a factores de riesgo de corto plazo pero la clave va a ser el crecimiento económico. Si este se puede mantener a lo largo de todo 2022, que es nuestro escenario base, no deberíamos tener grandes problemas en los mercados financieros".
En cuanto al comportamiento de 2021 en el segmento de Banca Privada, la valoración de Elisa Dorronsoro es "muy positiva, primero porque los mercados se comportaron muy en línea con nuestras previsiones y ello nos ha permitido entregar rentabilidades muy buenas, lo que es una satisfacción; y en segundo lugar porque la banca privada está creciendo a nivel general, se valoran cada vez más el asesoramiento, acompañamiento y especialización de la gestión de las inversiones... y en ese sentido fue un año de crecimiento muy importante para el mercado en general, para la Banca Privada de BBVA en particular y para la de BBVA en País Vasco más en particular. Estamos hablando de crecimientos ligeramente superiores al 20% en volúmenes bajo gestión, cifras muy positivas".
Metidos de lleno en las grandes cifras macroeconómicas con las que nos vamos a manejar en 2022, el director de BBVA Research destaca el crecimiento. "Estados Unidos crece por encima del 4% este año, la eurozona, entre el 3,5 y 4%, China ligeramente por encima del 5% y el mundo en torno al 4,5%". En cuanto a la inflación, en nuestro escenario base, "la inflación media en el conjunto del año va a ser ligeramente superior a la que hemos visto en 2021 pero con un perfil claramente decreciente. EE.UU. acabaría 2022 con una tasa de crecimiento interanual de los precios del orden del 3%, la eurozona en el entorno del 2%, por tanto, –observa– una moderación, pero viniendo de las tasas de crecimiento del mes de enero hace que el promedio sea ligeramente superior al que hemos visto en 2021".
Y por último, entre las macromagnitudes que vamos a tener que seguir en 2022, Rafael Doménech pone el foco en los tipos de interés. "En la medida en que la recuperación va más retrasada en Europa que en EE.UU. y que las tasas de inflación son más bajas, esperamos que básicamente a lo largo de este año se retiren los programas de estímulo del Banco Central Europeo y el debate está en si habrá tiempo o no para que el BCE suba tipos de interés a finales de este año o a principios del que viene".
Nuevas variantes
Así las cosas, en el horizonte de incertidumbres persiste el riesgo de que nuevas variantes del covid podrían afectar sensiblemente a esas expectativas macroeconómicas tanto en el ámbito del crecimiento como de la subida o gestión de los tipos de interés. El director de BBVA Research resalta que esta va a ser una de las variables que deberemos ir observando, analizando y evaluando a lo largo del año. Y diferencia entre nuestro escenario base y un escenario de riesgo. En el primero, estamos contemplando que se produzcan nuevas variantes y nuevas olas de virus. Ahí extrapolamos lo que hemos visto en los dos últimos años, en el sentido de que las nuevas olas han ido teniendo un menor impacto sobre el sistema sanitario como consecuencia de la vacunación y las mejoras en los tratamientos, y el impacto en términos económicos ha sido cada vez menor, es decir, hemos hecho frente a las nuevas olas con menos restricciones a la actividad económica y a la movilidad de las personas.
Rafael Doménech incide en que "obviamente hay un escenario de riesgo, pero eso no forma parte de nuestro escenario base, en el que seguimos suponiendo que en esta carrera de la ciencia frente al virus se siga imponiendo como hasta ahora, la ciencia".
Dando un paso más, Álvaro Manteca matiza que "la pandemia no va a ser ya el riesgo más relevante al que nos enfrentaremos en 2022, sino que el principal argumento a vigilar de cerca es la inflación".
Sectores de reapertura
Por otra parte, el responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA reclama "prestar más atención a los sectores de reapertura, como ocio, servicios... muy castigados durante la pandemia y con bajas valoraciones, lo que les da resistencia frente a la subida de tipos de interés", y cita a los sectores financiero, petrolífero y de materias primas. "Ahora tienen buenas previsiones para este año, frente a los que estuvieron muy en boga en 2020/2021, ya que en un entorno de vuelta a la normalidad no tendrán tanta demanda los sectores tecnológicos y de telecomunicaciones, que además son caros y tienen elevadas valoraciones, con lo que les hace daño la subida de tipos de interés".
En este entorno de volatilidad que caracteriza el arranque del actual año, desde la Banca Privada de BBVA actúan ayudando a sus clientes que pueden verse desbordados por las incertidumbres a la hora de invertir, "con cercanía, conocimiento y profesionalidad", argumenta Elisa Dorronsoro, para quien "es muy importante aplicar criterio a nuestras inversiones y de esa manera se llevan bien los malos momentos". Consciente de que "estamos viviendo un momento complicado", apuesta por "canalizar todas las alternativas de inversión desde la cercanía porque ello da conocimiento de las necesidades, preferencias, objetivos vitales... de los clientes".
Dos anclajes
Para estabilizar las perspectivas macroeconómicas, en opinión del director de BBVA Research, dos anclajes van a ser muy importantes en la economía española. "Por un lado, la propia ejecución de los fondos europeos y en segundo lugar, vamos a ver la recuperación del turismo internacional". Tal y como expresa, en la economía internacional, y europea en concreto, "existen igualmente tales anclajes, que hacen que países como EE.UU. o la eurozona puedan crecer un año más por encima de su crecimiento potencial e ir revirtiendo o curando algunas cicatrices que ha dejado la pandemia".
Con la vista puesta en el futuro próximo, Álvaro Manteca predice que "la renta variable va a seguir siendo de los pocos activos financieros que nos ofrecen unas perspectivas de rentabilidad real positiva, es decir, que tienen el potencial para superar la inflación".
En los últimos meses percibe que "muchos ahorradores tradicionales han pasado a ser inversores y esa va a ser la tendencia que nos va a seguir acompañando. Si se quiere evitar que la inflación deteriore el poder adquisitivo de nuestro patrimonio no quedará más remedio que girar hacia activos de más riesgo, de riesgo variable, cada uno según sus posibilidades". Dicho sea de paso, "hay que seguir confiando en la renta variable pero no podemos esperar los rendimientos tan espectaculares de 2021. Si los beneficios suben entre el 7 y el 10% anual, como está estimando el consenso de analistas para 2022, esa es la rentabilidad que podemos esperar de las bolsas mundiales", constata.
Con todo, invertir seguirá siendo un buen negocio en 2022. "No hacer nada es una certeza de que nuestro patrimonio se va a deteriorar. En ese sentido, el invertir supone asumir un riesgo pero hacerlo de manera profesional permite afrontar también años complicados", expone la directora de Banca Privada Dirección Territorial Norte. En sintonía con sus compañeros en el encuentro, manifiesta que "el mundo crece y siempre hay bolsas de valor". Así, traslada un mensaje de tranquilidad porque "afortunadamente, el mundo financiero está muy desarrollado y los años malos, bien gestionados, no son tan malos y permiten seguir haciendo crecer nuestros ahorros".
Como conclusión, Rafael Doménech apela a "reducir al máximo las cicatrices y avanzar en la recuperación económica". En suma, "aprovechar la oportunidad para transformar las economías y hacerlas más resilientes, para lo cual tenemos los mecanismos, los fondos europeos que nos pueden ayudar a ello". En este punto añade que "tenemos la oportunidad de utilizarlos muy bien para acometer la doble transición hacia la digitalización y la descarbonización de la economía, unida a la recuperación económica después de la pandemia".
En relación con las megatendencias de inversión en la búsqueda de rentabilidad para los próximos años, el responsable de Mercados de Banca Privada de BBVA formula dos tendencias. Por una parte, la democratización de la inversión, es decir, que cualquier inversor tiene las mismas oportunidades y vehículos que un inversor profesional o institucional. Y por otro lado, la tendencia a potenciar inversiones alternativas, como deuda privada, activos de retorno absoluto, vehículos de inversión en infraestructuras, bosques, cultivos... En definitiva, "hay una cantidad enorme de oportunidades nuevas de inversión".
En este marco de las megatendecias, Elisa Dorronsoro adelanta que en BBVA llevan ya tres años con equipos que valoran cuáles de ellas van a fructificar en mayor rendimiento económico. "Ahí está la clave, el extra de rentabilidad se conseguirá en la medida en que acertemos cuáles van a ser las tendencias de futuro que van a suponer una disrupción económica y van a crear empresas ganadoras. Hoy estamos poniendo el foco en ciberseguridad, robótica, 5G y sostenibilidad, y hay que ver cómo se materializará en inversiones concretas".