"Investigación, investigación, investigación", apela como un mantra Montse Ozaeta, paciente oncológica que hoy se ha estrenado en la marcha contra el cáncer celebrada en Vitoria. "A mí, la investigación me ha salvado la vida", confiesa esta voluntaria de la asociación, que lleva catorce años luchando contra el cáncer de mama.
Ahora, prueba un nuevo tratamiento contra la metástasis diagnosticada. "Es una lucha moral dura, también física", indica. "De ahí la importancia que tiene que se invierta dinero en investigación, ya que aspiramos a que el cáncer se convierta en una enfermedad crónica y no mortal", sostiene esta alavesa de Villaverde.
Un llamamiento que respalda con rotundidad Patxi Ormazabal, presidente de la asociación contra el cáncer de Álava. "Todo lo que recaudamos se invierte en investigación", subraya antes de cortar la cinta que da paso al inicio de la marcha solidaria, de seis kilómetros, entre el Arca y Armentia, en la que se han inscrito dos mil personas.
Carmen Berasain, por su parte, explicó algunos de los avances que su grupo ha hecho en la investigación del cáncer de hígado. "Nuestros últimos resultados demuestran que la proteína SLU7 es esencial para mantener la identidad y las funciones del hígado. Además, inesperadamente, hemos descubierto una nueva función de SLU7 como regulador a nivel epigenético de la expresión de los genes.
En el ámbito del diagnóstico del cáncer, hemos desarrollado una técnica de biopsia líquida para diagnosticar la presencia de colangiocarcinoma y de cáncer de páncreas en pacientes con estenosis biliar, basada en la detección de mutaciones en el DNA presente en la bilis".
Ayuda a pacientes y familias
La asociación contra el cáncer de Álava cuenta con casi 5.200 personas socias que hacen posible sostener las aportaciones anuales a investigación y mantener los servicios gratuitos a pacientes y familiares. Además, tiene 200 voluntarios que se ocupan de las acciones de prevención y acompañamiento en domicilios y hospitales. Todos ellos lograron que en 2020 se pudiera atender a casi 900 personas, así como realizar 2.953 sesiones de psicología y trabajo social, pese a las dificultades de la pandemia.