Bizkaia

Investigadores de Sopuerta desvelan nuevos datos sobre el golpe de 1936 en Bilbao

Publican un libro sobre el Capitán del Estado Mayor José Luis Soraluce
Javier de la Colina padre, Fernando Obregón Gorrayola y de la Colina hijo.

Visitó a un amigo en Donostia con intención de hacerle una visita y entregarle uno de sus libros sin sospechar que volvería a Sopuerta con otro entre manos. Una “historia rocambolesca” y apasionante la de cómo Javier de la Colina Aranceta y su padre, Javier de la Colina Menéndez, han buceado en la vida del Capitán del Estado Mayor José Luis Soraluce a partir de un manuscrito hallado en un desván. El informe Soraluce se basa en esas 327 páginas “redactadas y mecanografiadas” por uno de los protagonistas de la “frustrada sublevación” en Bilbao durante el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y adaptadas a un formato de novela para no marear al lector con demasiados datos y nombres.

Ambos farmacéuticos que siguen una larga tradición familiar en el municipio, se vuelcan también en la investigación de la memoria histórica. Precisamente en su viaje a Donostia Javier de la Colina Aranceta llevó una publicación de 2017 del Museo de las Encartaciones sobre la Guerra Civil en Enkarterri con la que colaboraron. A raíz de aquel libro “mi padre y yo comenzamos a tomarnos más en serio todavía” el trabajo de sacar a la luz acontecimientos de la época en Sopuerta. Para su sorpresa, su amigo le entregó unos papeles que había encontrado en una mudanza comentándole que “yo les iba a sacar más provecho”.

En una guardia de la farmacia que regenta desde que tomó el relevo a su padre, se enganchó al relato en primera persona. Se ha escrito “muy poco acerca de militares de carrera vascos, como mucho, se ha hablado en general”. “Capitán nacido en Donostia, el abuelo de José Luis Soraluce había sido alcalde; hizo la carrera en el ejército y le tocó la guerra de África”. En Canarias “conoció a quienes gestaron el golpe, todo el colectivo que se movía alrededor de Franco”.

Javier de la Colina Aranceta, con el manuscrito y el libro. E. C.

Poco antes del golpe de 1936 acabó destinado “en la Comandancia de Bilbao”. Los documentos “recogen su versión” de lo que ocurrió en el germen del conflicto. “De acuerdo a su cargo, Soraluce fue enmarcado dentro del Estado Mayor del Ejército Republicano del Norte, pero hizo todo lo posible por eludir su intervención en campaña” mientras “sí tomó parte activa en la Quinta columna” que permanecía leal a los franquistas pese a que el alzamiento no triunfó en la capital vizcaina porque “el cuartel del ejército en Garellano no llegó a rebelarse”. Además, “formó y administró” la organización conservadora del Socorro Blanco en Bilbao y “ayudó a evadirse a numerosos militares afines al golpe y al médico Vallejo-Nájera”, apodado el Mengele español por simpatizar con las ideas nazis sobre la eugenesia (aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana).

“Con el resto de golpistas, fue juzgado y dado de baja del Ejército de la República en el verano de 1937 por desafecto”. Y en paralelo, “el bando franquista también le enjuició, encarceló y desterró por haber estado integrado en las filas del ejército enemigo y no haberse posicionado de forma clara en su bando”. Aportó “pruebas documentales y se aseguró testimonios” para intentar demostrar que “no era un traidor ni había eludido sus responsabilidades en la campaña rebelde, incluso desde su reclusión y confinamiento mantuvo un intenso intercambio epistolar con destacados militares franquistas, a quienes reclamaba su intercesión para revocar una sentencia que consideraba injusta”. Pese a todo, nada pudo hacer y “acabó pagando un alto precio por la postura que eligió, su ambigüedad le dejó en entredicho y pasó la guerra en la retaguardia, intentando restaurar su honorabilidad en lugar de tomar parte en el frente para ascender de graduación”.

Sobrevivió “cuando fusilaron a todos los golpistas, le detuvieron los republicanos, que él llama rojos; luego los que él denomina separatistas: el Gobierno vasco, y luego los suyos”. Pasó los años de guerra “en una cárcel en Estella que llamaban de dudosos”, aquellos a los que “no podían apresar, pero tampoco dejar completamente libres” por temor de que jugaran a dos bandas. “¡Mira qué nido de espías sería aquello!”, imagina Javier. El libro también se detiene en lo que se vivió entonces en Enkarterri “desde el punto de vista militar” con “la retirada del Gobierno vasco y la llegada a Sopuerta y Turtzioz”, donde el gobierno del lehendakari Aguirre se reunió por última vez antes de partir al exilio.

Contactos que cultivaba de su etapa en Canarias le “rehabilitaron”. Puso tierra de por medio en Guinea Ecuatorial, donde ostentó el cargo de “gobernador”. De su estancia en África se conservan “muchos datos curiosos”. Por ejemplo, “su mujer fue la primera en subir al monte más alto” de la entonces colonia. “No tuvo hijos” y disolvió su matrimonio “por medio del Tribunal de la Rota”, murió “en Madrid”.

En un homenaje a víctimas de la guerra en Sopuerta. JJ.GG

Presentación el jueves

Padre e hijo son asiduos de la biblioteca de Muskiz, que atesora “una gran documentación de la Guerra Civil”, de ahí que hayan elegido dar a conocer allí el jueves a las 19.00 horas el libro en el municipio vecino de Sopuerta, orgullosos de que haya escrito el prólogo Fernando Obregón Gorrayola, “autor de veinte libros sobre la guerra en toda la zona” en la primera vez que abordan una temática que no se ciñe a contenidos estrictamente locales.

“Elkar nos ha comprado una serie de ejemplares para librerías” y Novélame, la empresa especialista en biografías , que ha lanzado los libros de memoria histórica que el Ayuntamiento de Galdames regala a sus vecinos en Navidad y otro sobre las trabajadoras de fábricas de Zalla ya desaparecidas, se ha encargado de la maquetación “con mucho gusto”.

Sin haber presentado todavía oficialmente El informe Soraluce, los de la Colina se traen entre manos más proyectos. En breve retomarán la temática de memoria histórica local con una publicación “sobre los maquis en Sopuerta” y otro relativo a retazos históricos del municipio. A lo largo de los años, “una iniciativa nos va llevando a otra, es así, pero quién nos iba a decir que de entregar un libro en Donostia terminaría surgiendo algo completamente diferente a lo que habíamos hecho hasta la fecha”.

20/02/2023