El jefe de Policía de la ciudad estadounidense de Houston, Troy Finner, ha anunciado la apertura de una investigación sobre la tragedia ocurrida este pasado sábado en el festival de música Astroworld, en el que fallecieron ocho personas durante una avalancha humana en pleno concierto, ante la posibilidad de que alguien de la audiencia "estuviera inyectando drogas a otras personas".
Un responsable de seguridad ha relatado "que sintió un pinchazo en el cuello" mientras intentaba contener o agarrar a alguien y luego cayó inconsciente. Este jefe de seguridad solo pudo ser revivido con una dosis de un antídoto opioide Narcan, que se usa para recuperar a personas que han sufrido una sobredosis de opiáceos, según informes médicos citados por Finner, en comentarios recogidos por Voice of America.
Veinticinco personas fueron trasladadas a hospitales en ambulancia y 13 siguen todavía hospitalizadas, cinco de ellas menores de 18 años. La mayoría tenía edades comprendidas entre los 14 y los 27 años.
El suceso ocurrió durante el concierto del cantante de rap Travis Scott, natural precisamente de Houston, quien se declaró "absolutamente devastado" y prometió "apoyar a la Policía mientras investiga". "Mis oraciones están con las familias y todos los afectados", escribió Scott en Twitter. "Los amo a todos."
El resto de las pesquisas se centrarán en los protocolos de seguridad y protección. Hace dos semanas, otro concierto en Houston fue cancelado después de que los fans se saltaran todas las restricciones dentro del mismo complejo deportivo y de ocio donde se celebraba el Astroworld, el NRG Park.