Las periodistas iraníes Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi, que revelaron el caso de la muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial en 2022, han sido indultadas por el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, con motivo del 46 aniversario del triunfo de la Revolución Islámica.
Hojat Kermani, uno de los abogados de las informadoras, explicó a EFE que las periodistas fueron indultadas de los delitos de colusión contra la seguridad nacional, por el que habían sido condenadas a cinco años de prisión, y propaganda contra el sistema, que supuso una pena de un año más de cárcel.
En agosto de 2024, Hamedi y Mohammadi fueron absueltas del cargo de cooperación con un gobierno extranjero hostil, en referencia a Estados Unidos, por el que habían sido condenadas a siete y seis años, respectivamente en octubre de 2023.
De esta manera, ya no pesan más cargos en contra de las informadoras por el trabajo periodístico que realizaron en torno a la muerte de Amini tras ser detenida por la Policía de la moral iraní por no llevar bien puesto el hiyab en septiembre de 2022.
Jameneí emitió el pasado jueves un indulto para 3.126 condenados con motivo del 46 aniversario de la Revolución Islámica, una práctica habitual en el país persa.
Hamedi fue la primera periodista que informó de la detención de Amini por no llevar bien puesto el velo islámico y su posterior muerte el 16 de septiembre de 2022 y Mohammadi cubrió el entierro de la joven de 22 años, donde comenzaron las protestas que sacudieron el país durante meses.
Ambas informadoras fueron arrestadas poco después de la muerte de Amini y pasaron 17 meses en prisión, hasta enero de 2024, buena parte de ese tiempo en confinamiento solitario, según denunciaron sus familias.
Los juicios contra las dos periodistas se celebraron a puerta cerrada y solo se les permitió reunirse con sus abogados el día antes.
Hamedi, del diario reformista 'Shargh', y Mohammadi, del periódico 'Hammihan', fueron condenadas a varias penas de prisión que sumaron 13 y 12 años, respectivamente, en octubre de 2023.
Las dos periodistas debían cumplir la mayor de las penas, es decir, siete años en el caso de Hamedi, y seis en el de Mohammadi.
Además, se les prohibió trabajar para medios de comunicación, la afiliación a partidos políticos y el uso de redes sociales durante dos años.
La muerte de Amini provocó unas fuertes protestas contra la República Islámica al grito de "vida, mujer, libertad" que solo se apagaron tras una fuerte represión que causó al menos 500 muertos.
Casi un centenar de periodistas y fotógrafos fueron detenidos por realizar su trabajo durante las movilizaciones en Irán, de acuerdo con el Comité para la Protección de Periodistas, de los que la mayoría se encuentran ahora en libertad.