Irán empleó las cuentas del Lloyds y el Santander UK, dos de los bancos más grandes del Reino Unido, para mover dinero de manera encubierta por todo el mundo como parte de un plan para evadir sanciones, apoyado por los servicios de inteligencia de Teherán, según informa este lunes el Financial Times (FT). Tras conocerse la noticia, las acciones del Banco Santander en el Ibex sufren una caída superior al 5%.
Conforme a una serie de documentos a los que accedió el diario económico, el Lloyds y el Santander UK suministraron cuentas a empresas pantalla británicas propiedad secreta de una compañía petroquímica iraní sancionada, cuya sede está ubicada cerca del Palacio de Buckingham, en Londres.
Fuentes del Santander han rechazado, al ser preguntadas por EFE, hacer comentarios sobre clientes y han asegurado que la entidad "cumple con sus obligaciones legales y regulatorias" y pone "mucha atención en el cumplimiento normativo sobre sanciones impuestas a terceros".
La Petrochemical Commercial Company (PCC), controlada por el Estado, formaba parte de una red a la que Estados Unidos acusa de recaudar cientos de millones de dólares para la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní y de trabajar con agencias de inteligencia rusas para recaudar dinero para las milicias iraníes.
El citado diario indica que tanto el PCC como su filial británica PCC UK están bajo sanciones estadounidenses desde noviembre de 2018.
Según una serie de documentos, correos electrónicos y registros contables, durante este tiempo la división del PCC en el Reino Unido ha seguido operando desde una oficina situada en Grosvenor Gardens, en el céntrico barrio londinense de Belgravia, empleando una compleja red de entidades.
El FT apunta asimismo que las revelaciones acerca de la operación de evasión de sanciones iraníes en Londres se producen después de que la Royal Air Force se uniera recientemente a los ataques aéreos estadounidenses contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen.
El Reino Unido y Estados Unidos sancionaron la pasada semana lo que denominaron "red de asesinatos transnacionales", supervisada por la inteligencia iraní, que ha atacado a activistas y disidentes, incluidos residentes británicos.
Los documentos vistos por el FT muestran que desde que fue sometido a sanciones estadounidenses, el PCC ha recurrido a empresas en el Reino Unido para recibir fondos de entidades fachada iraníes en China, ocultando al mismo tiempo su propiedad real mediante "acuerdos fiduciarios" y directores nominados.
Una de ellas, Pisco UK, está registrada en una casa unifamiliar en el condado inglés de Surrey y utiliza una cuenta comercial en Santander UK, que ya está cerrada, según el diario.
Conforme al registro corporativo de este país, Pisco UK es propiedad total de un ciudadano británico llamado Abdollah-Siauash Fahimi.
Sin embargo, documentos internos, algunos de los cuales han sido filtrados en línea por (el sitio web de la oposición iraní) WikiIran, muestran que Pisco está controlado por el PCC y que Fahimi firmó un acuerdo para ser propietario de la empresa en fideicomiso en su nombre.
Entre otras revelaciones, el FT apunta que Fahimi ha utilizado una dirección de correo electrónico del PCC para mantener correspondencia con funcionarios de la empresa en Teherán y que fue director de PCC UK desde abril de 2021 hasta febrero de 2022, según documentos corporativos del Reino Unido.
En 2021 la cuenta Santander de Pisco recibió una transferencia de una empresa china llamada Black Tulip, que según registros internos del PCC es otra empresa fiduciaria controlada por un empleado del PCC.
El año pasado, el Tesoro de Estados Unidos acusó a las empresas petroquímicas iraníes de utilizar múltiples entidades fachada para evadir las sanciones canalizando sus ventas a través de Asia.
El Banco Santander opera en Reino Unido desde 2004, cuando adquirió el Abbey National Bank, y su filial, Santander UK, una de las más potentes del Grupo, obtuvo un beneficio neto atribuido en 2023 de 1.545 millones de euros, un 10,8 % más que en 2022.