Iraola: "Salía agua de las arquetas hacia fuera, no recordaba nada así en Eibar"

A finales de los 80 Eibar sufrió unas grandes inundaciones que dejaron grandes destrozos en la Villa, a consecuencia, la ciudad se preparó para lo que pudiera venir en el futuro e invirtió una buena suma en adecuar las calles de la ciudad para que el agua no las anegara. Gracias a aquellos trabajos, gran parte de la ciudad ha estado a salvo de las lluvias y las trombas pero la cantidad de agua caída ayer puso a prueba el sistema de alcantarillado.

"El agua salía de las arquetas, no tenían capacidad para llevar tanta agua" nos contaba Jon Iraola, alcalde de Eibar, en Gipuzkoako Kale Nagusia y subrayaba "menos mal que se hicieron los trabajos en el alcantarillado porque sino no sé que hubiera pasado".

Aún así cayó demasiado agua en muy poco tiempo y el granizo que dio la alarma a todos los eibarreses y eibarresas fue de gran tamaño, tanto que los vecinos optaron por cerrar algunos de sus negocios y proteger sus vehículos".

Aunque la situación está normalizada el alcalde ha destacado que hoy es día de revisión "hay que revisar las zonas más afectadas, entre las que se encuentra Legarre"; en esa calle las inundaciones suelen ser recurrentes por lo que deberán realizarse mejoras para evitar desperfectos que en esta ocasión han afectado. sobre todo, a los garajes de la zona.

En cuanto a los edificios públicos, la residencia para mayores San Andrés y el polideportivo fueron los edificios más afectados.