El primer ministro de la República de Irlanda, Micheál Martin, acusó este domingo al Ejecutivo del primer ministro británico, Boris Johnson, de "vandalismo económico" por sus planes para ignorar los acuerdos con la Unión Europea (UE) sobre Irlanda del Norte.
"La decisión unilateral del Gobierno británico de presentar una ley para socavar, o detentar la capacidad de socavar, prácticamente todos los aspectos del protocolo (para Irlanda del Norte) no es aceptable", dijo Martin en una entrevista con la cadena BBC.
"Representa un unilateralismo de la peor clase en términos de respeto a los acuerdos internacionales a los que los gobiernos se adhieren, firman y ratifican en sus parlamentos", agregó.
Mostró además una "profunda preocupación" por los efectos que las amenazas británicas que pueden provocar a la industria y las empresas norirlandesas.
"En la práctica, representa una forma de vandalismo económico en Irlanda del Norte. Si miramos cualquier dato objetivo, demuestra que a la economía de Irlanda del Norte le está yendo muy bien" bajo los arreglos tras el Brexit que han mantenido a la región integrada en el mercado comunitario europeo, argumentó.
"La manufactura está funcionando muy bien. La industria de los lácteos, la de la carne, la alimentación en general están funcionando muy bien. Hay ciertas áreas en las que se puede mejorar el protocolo y deberíamos seguir haciéndolo", detalló.
El laboratorio de ideas británico Instituto Nacional para la Investigación Económica y Social publicó en mayo un informe en el que sugiere que el acuerdo del Brexit está impulsando el crecimiento en Irlanda del Norte al facilitarle un acceso sin restricciones al mercado único.
El producto interior bruto (PIB) norirlandés repuntó un 1,4 % en el tercer trimestre de 2021, frente a un 0,9 % en Escocia y un 0,6 % en Inglaterra, y una caída del 0,3 % en Gales, según el último análisis regional de la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS).
El primer ministro irlandés aseguró que Dublín reconoce que existen "problemas legítimos" con la aplicación del protocolo que Londres y Bruselas pactaron para regular el estatus de la región británica tras el Brexit. "Creemos que a través que de un diálogo serio y sostenido entre el Gobierno del Reino Unido y la Unión Europea esos problemas se pueden resolver", recalcó.