El Ayuntamiento de Irun ha enviado una carta al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, para pedirle una solución al "caos circulatorio" en las carreteras que son de su competencia.
La alcaldesa en funciones de esta localidad, Cristina Laborda, firma la misiva, hecha pública este martes, cuatro días después de que la corporación aprobara una declaración, en la que trasladaba su malestar por las continuas retenciones en la autopista AP-8 de vehículos que se dirigen a Francia desde la muga.
Hacía además un llamamiento a diferentes instituciones para que se impliquen en la resolución del problema, entre ellas al Gobierno de España para que solicite al francés "el levantamiento de los controles fronterizos" por estar contribuyendo al "colapso circulatorio" en la ciudad.
Ahora, Laborda recuerda a Olano "cómo hace ya más de una década", la sociedad foral Bidegi, como gestor de la AP-8, y ASF, como responsables de las autopistas francesas, firmaron un protocolo en 2008 "que durante un tiempo se cumplió y que llevaba a levantar las barreras de los peajes ante avalanchas de tráfico o problemas de circulación graves que pudieran provocar grandes caravanas".
"Cumplir ese acuerdo sería un inicio", destaca la edil irunesa, que remarca que "sólo ayer se registraron nueve kilómetros de retenciones en la frontera", donde se han alcanzado también los 10 kilómetros en otras jornadas.
Añade que éste no es un problema nuevo, "pero sí que es verdad que este año ha alcanzado cotas que quizás no habíamos visto nunca".
"A las colas, ya demasiado habituales de las vacaciones que este año se han adelantado, hay que sumar los controles que la policía francesa realiza en la muga y que ralentizan el tráfico. El resultado es que al colapsarse las carreteras que circundan la ciudad, los vehículos buscan rutas alternativas y acaban convirtiendo nuestras vías urbanas en una ratonera", subraya Laborda.