Irun – El Ayuntamiento de Irun ha aprobado recientemente de forma definitiva el proyecto de urbanización del ámbito de San Miguel-Anaka. En concreto, tras la descontaminación del terreno y la recepción de la declaración de calidad de los suelos del Gobierno Vasco, el documento se aprobó definitivamente el pasado 7 de marzo por resolución de Alcaldía.
Por tanto, una vez se haga lo propio con el proyecto de reparcelación, que actualmente se está tramitando, no habrá más barreras para el inicio de los trabajos. El Consistorio espera poder comenzar a licitar la primera fase de las obras, que arrancarían por el entorno de la calle San Sebastián, este mismo año.
Además, estos últimos días se ha procedido al derribo de la última edificación que quedaba fuera de ordenación en la zona, el caserío de Santa Bárbara. Aprovechando las novedades, el alcalde José Antonio Santano presentó ayer las primeras infografías que proyectan el futuro de la zona y dio detalles sobre las características de la actuación, que afectará a una superficie de 138.074 metros cuadrados y cuenta con un presupuesto estimado de 20,6 millones de euros.
En el nuevo barrio que se generará en el ámbito se prevé edificar un total de 1.175 viviendas, de las que 887 serán de VPO, así como equipamientos públicos para el entorno, con nuevas piscinas recreativas cubiertas y espacios deportivos. Asimismo, desde el Gobierno local destacaron el nuevo modelo de urbanización que se plantea en la zona, con amplios parterres y aceras anchas en la práctica totalidad de los nuevos viales.
Ampliando el foco, la creación del nuevo barrio permitirá cohesionar el tejido urbano del oeste de Irun, acercando los barrios de San Miguel y Anaka y creando una nueva entrada rodada a la ciudad desde Hondarribia, por la calle San Sebastián.