El Ayuntamiento de Iruña de Oka ha aprobado por unanimidad el informe jurídico en el que se determina la fórmula de gestión del Jardín Botánico de Santa Catalina y que avala que el Consistorio puede firmar un convenio con una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la inserción laboral de colectivos en situación de vulnerabilidad para que ésta asuma la prestación del servicio de mantenimiento y conservación de este espacio en los próximos años.
Este acuerdo –para el que el presupuesto municipal de este año reserva la cantidad de 70.000 euros, a sumar a los otros 40.000 euros destinados al mantenimiento y conservación del propio jardín– es un paso fundamental de cara a la cercana reapertura de este recurso turístico, ubicado en Trespuentes y cerrado desde noviembre de 2021, toda vez que las obras de mejora que se han venido realizando en él desde el pasado mes de mayo están próximas a finalizar.
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Vista aérea del Jardín Botánico de Santa Catalina
Un convenio que –según ha indicado el alcalde de Iruña de Oka, Miguel Ángel Montes– tiene el objetivo general de consolidar el Jardín Botánico de Santa Catalina “como un espacio en el que se combinan historia, patrimonio, naturaleza, educación, ocio, ecoturismo e inserción socio-laboral de colectivos en riesgo de vulnerabilidad; así como otros más específicos tales como mantener, acondicionar y mejorar sus infraestructuras”.
8 siglos y 1.200 especies
En definitiva, hacer de este enclave, con más de ocho siglos de historia en su interior y más de 1.200 especies en su exterior, un instrumento eficaz para la integración sociolaboral de personas en situaciones de vulnerabilidad social, a la vez que se fomenta el ecoturismo y se incrementa el número de visitantes al mismo, a través de la implantación y puesta en marcha de acciones promocionales dirigidas a colectivos específicos (estudiantes, asociaciones...) y a la población en general, con el fin de avanzar hacia una progresiva autofinanciación del Jardín Botánico y, finalmente, afianzarlo como espacio formativo.
En estos momentos, se encuentran en su fase final los trabajos de mejora de los sistemas de riego e iluminación, elementos fundamentales para garantizar el cuidado de la flora que alberga este espacio natural, así como el desarrollo de actividades en su interior. Mientras el Ayuntamiento agiliza los trámites administrativos necesarios para que reabra sus puertas al público en la temporada 2025.