Ishii Hisao (Tokyo, 1962) recibe cada año una invitación para asistir a la Azoka de Durango. En 2022, ha podido volver y, para ello, ha interrumpido por una semana su trabajo como profesor en la facultad de estudios internacionales en la Universidad para mujeres de Kyoritsu (Japón).
En el año 2000 comenzó a investigar “cómo Euskal Herria estaba renaciendo como nación”. Este domingo, este doctor en Geografía ha explicado aquí parte de su proyecto, que consiste en un análisis de la Azoka. Junto a ello, ha presentado el resultado de otro trabajo El paisaje lingüístico de Euskal Herria desde la mirada de un japonés, desde el que hoy ha profundizado acerca del avance de la toponimia vasca.
“Desde que se lograse la autonomía, en la CAV, a partir de 1980 el cambio de nombres se empezó a dar inmediatamente. En el caso de Navarra, comenzó poco después: desde el norte, zona vascófona, luego en la zona mixta y, por último, en las zonas no vascoparlante”, ha explicado mientras Keiko Suzuki traducía al euskera.
¿Qué conocen sus alumnas acerca de Euskal Herria?
Al principio, cuando les hablo creo que se llevan una sorpresa porque allí se sabe muy poco de naciones tan pequeñas, solo de estados como Francia, España, Inglaterra. Sin embargo, no se conoce nada de País Vasco, Catalunya… El Gernika y la comida suenan más.
Acumula casi una treintena de visitas.. ¿Cuál fue el motivo que le llevó a venir aquí por primera vez?
Fui a Bilbao en el año 1985. Estaba haciendo un viaje por el Estado español cuando todavía era estudiante universitario en Japón. Por aquel entonces, uno de mis profesores era Sánchez Dragó, me quedé en su casa durante un mes, e hice un salto a Bilbao.
Y, en ese primer contacto hace 37 años, ¿Qué le atrajo de la cultura vasca?
La personalidad de la gente, que se parece mucho a la de los japoneses: muy serios, muy duros y trabajan mucho… ¡Nos parecemos mucho!
Además del carácter, ¿qué puntos de unión encuentra entre la cultura japonesa y la vasca?
La cultura euskaldun y la japonesa están cada una en un extremo del mapa, son muy distintas. Es cierto que algunas palabras del euskera y el japonés sí que suenan parecidas.
"Fiesta integral de la cultura vasca"
Según apunta su estudio, la Azoka de Durango marca un punto “notable” de diferencia frente a otras ferias internacionales. Hisao ofrece varias claves para llegar a esta conclusión. “La característica más importante es que es una fiesta civil porque las editoriales ofrecen la cultura a los visitantes, que son gente corriente, no comerciantes. Además, acuden con la intención de comunicarse con los escritores y músicos a la vez que se celebran conciertos, charlas y proyecciones, así que es una fiesta cultural”, exponía.
Entre las razones el peso fundamental lo lleva el euskera. “Hablamos de una fiesta local porque la mayoría de asistentes son vascoparlantes. Por último, todo lo que se vende y celebra es en euskera así que la podemos catalogar como una fiesta integral de la cultura vasca”, proseguía.
¿Qué es lo que más le llamó la atención de la Azoka en la primera ocasión?
Lo que más me llamó la atención era que prácticamente todos los visitantes hablasen en euskera.
Actualmente, ¿Qué es lo que más le gusta hacer en calidad de visitante?
¿A mí? ¡Comprar libros! Hago traducción al castellano y el tema hacia donde tiro es el contrabando de fronteras en las décadas entre los 50 y 80 en Navarra.
Otro de los datos significativos para Hisao es “la gran proporción” de jóvenes que se acercan: los menores de 35 años suman el 42.2%. Si a estos se añaden los menores de 45, conforman el 67.7% del total. Alude a la palabra “peregrinación” para ponerle a la acción de quienes son asiduos. Destaca el “modelo de apoyo a la cultura mediante compras o participación en eventos con la intención de fortalecer la comunidad euskaldun”.
¿Tiene alguna expresión o palabra favorita en euskera?
Hmm…¡Garagardo!