Israel concluye una redada de dos días en Tulkarem que ha causado al menos nueve muertos

El Ejército israelí anunció este jueves el final de su última redada en Tulkarem, en el norte de Cisjordania, la cual duró dos días y se ha cobrado la vida de al menos nueve personas, la mayoría identificadas como parte de milicias palestinas.

"Durante la operación, drones de las Fuerzas del Aire atacaron varias células terroristas en distintas ocasiones. Además, los soldados eliminaron a dos terroristas adicionales en combates a corta distancia", recogió un comunicado castrense. Las fuerzas armadas se refieren como "terroristas" indistintamente a los milicianos y a los palestinos que llevan a cabo ataques contra israelíes.

El Ejército asegura que mató en un ataque con dron ayer a un alto rango de la Brigada de Tulkarem (que acoge a distintas facciones palestinas, si bien en la ciudad prima la Yihad Islámica). El fallecido es Qusai Amin Ibrahim Oqasha, quien asegura que era el sustituto de otro alto cargo asesinado la semana pasada, Tarek Doush.

Junto a Oqasha murieron en el ataque Jomaa Salam Ubaid e Imram Harun, a quienes también señalan como altos rangos del grupo.

El último fallecido conocido a causa de la redada fue Ahmed Mahmoud Jaled Amarneh, de 25 años, víctima ayer de disparos de las tropas israelíes. Los soldados sitiaron su casa durante tres horas en la ciudad de Qaffin, al norte de Tulkarem, y después se llevaron su cuerpo sin vida, informó la agencia de noticias palestina Wafa. Aún no ha trascendido su pertenencia a un grupo armado.

También murieron durante la operación israelí tres mujeres a causa del primer ataque con dron, que se produjo el martes. Dos de ellas fueron identificadas como Jawla Ali Abdullah, de 53 años, y Baraa Jaled Hussein Sheikh Ali, de 30.

En total murieron nueve personas: un joven de 18 años por disparos fue el primero en perder la vida, seguido de las tres mujeres del primer bombardeo con dron, cuatro fallecidos en el segundo ataque con dron y, finalmente, Jaled Amarneh por disparos en la tarde de ayer.

La redada, que ha afectado principalmente al campamento de refugiados de Tulkarem, pero también al vecino campamento de Nur Shams, deja tras de sí serios daños a infraestructuras de estas localizaciones, ya que el Ejército recorrió sus calles con excavadoras desmantelando locales tanto públicos como privados, según los medios palestinos.

Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 491 palestinos han muerto en el territorio por fuego israelí, la mayoría milicianos de los campamentos de refugiados, pero también civiles, incluidos al menos 75 menores, según el recuento de EFE.

Unos 46 palestinos fueron abatidos tras presuntamente perpetrar ataques contra israelíes, en su mayoría contra uniformados en puestos de control militares o próximos a asentamientos. El año 2023 ya fue el más letal en dos décadas, con más de 520 muertos en Cisjordania ocupada.

El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania ocupada tras los ataques de Hamás del 7 octubre de 2023 y, desde entonces, han muerto unos 800 palestinos en incidentes violentos con Israel -más de 168 menores-, principalmente por fuego de tropas, pero una decena de ellos a manos de colonos.

Del lado israelí, han muerto este año 40 personas: 16 uniformados y 24 civiles, diez de ellos colonos (tres menores). La mayoría en ataques perpetrados por palestinos, pero al menos cuatro soldados murieron durante incursiones militares en Cisjordania.