El Ejército israelí confirmó este lunes la muerte de Abad al Zeriei, ministro de Economía de Gaza en el Gobierno de Hamás, en un bombardeo lanzado ayer por las Fuerzas del Aire en Deir al Balah, en el centro de la Franja, según confirmó a EFE el Ejército.
"Bajo la dirección de la inteligencia del Ejército, las Fuerzas del Aire eliminaron a Abed al Zeriei, en un operativo en el departamento de fabricación de armas del ala militar de Hamás", asegura un comunicado castrense.
Las Fuerzas de Defensa de Israel alegaron también que Al Zeriei tenía un importante rol en la labor de la organización islamista para "hacerse con el control de la ayuda humanitaria que entraba en la Franja de Gaza", así como en la gestión de los mercados "controlados por Hamás" en el enclave.
Gestionaba y distribuía el combustible para los milicianos
Zeiriei era, además, el responsable en el enclave de la distribución de combustible, gas y fondos para los milicianos de Hamás, según el Ejército.
El combustible, en concreto, se ha convertido en uno de los bienes de difícil adquisición en la Franja, siendo su acceso muy limitado a través de los pocos cruces al enclave abiertos -Kerem Shalom, Gate 96 y Erez, en el sur, centro y norte respectivamente-, a pesar de su importancia crucial para el funcionamiento de hospitales, plantas desalinizadoras de agua o panaderías.
El ministro murió en los bombardeos israelíes en Deir al Balah del domingo, que se concentraron en una vivienda de la ciudad y en las tiendas de campaña de los refugiados que se hacinaban en torno al hospital de los Mártires de Al Aqsa.
El político islamista perdió la vida junto a su madre en el ataque, según medios palestinos.
Ayer, el bombardeo contra Deir al Balah mató en el patio del Mártires de Al Aqsa a cuatro personas, entre las que se encontraba una mujer -presumiblemente la madre de Al Zeriei-, según el Ministerio de Sanidad del enclave, que suma ya 39.538 muertos desde el inicio de la guerra hace casi 10 meses.
Las incursiones israelíes en el devastado territorio comenzaron a raíz de los ataques de milicias palestinas encabezadas por Hamás del 7 de octubre, en los que unos 1.200 israelíes perdieron la vida y otros 251 fueron secuestrados y llevados a Gaza, de los cuales 111 continúan en la Franja.