La Policía israelí concluyó que actuó con mala conducta en el funeral de la periodista palestina Shireen Abu Akleh en mayo, cuando cargó contra asistentes que llevaban el féretro, pero no sancionará a los comandantes que supervisaron el despliegue policial, informaron medios israelíes.
Por su parte, el jefe de la Policía presentó hoy las conclusiones de su pesquisa al ministro de Seguridad Pública, sin hacer mención pública al hecho de que las fuerzas de seguridad hubieran podido actuar de forma incorrecta en los polémicos incidentes del entierro.
En este tomaron parte miles de personas y fue el evento de mayores dimensiones en Jerusalén Este de las últimas décadas.
El comisionado policial admitió que el funeral fue "complejo", aseguró que "es imposible permanecer indiferente ante las duras imágenes" que se vieron y agregó que "investigará la conducta" de las fuerzas que estuvieron sobre terreno "para extraer lecciones y mejorar los procedimientos operativos en incidentes similares".
Según recalcaron varios medios, el contenido de la investigación no se ha hecho público, y tras presentar hoy el informe, la Policía habría cerrado ya el proceso sin tomar medidas ni sanciones contra ninguno de los agentes que estuvo presente en el funeral.
Efe consultó sobre estas cuestiones a varios portavoces de la Policía y no obtuvo respuesta al respecto.
La muerte el pasado 11 de mayo en una incursión israelí en la ciudad palestina de Yenín de Shireen Abu Akleh, periodista de la cadena catarí Al-Jazeera, conmocionó el mundo árabe y la comunidad internacional.
La indignación aumentó cuando en su funeral las fuerzas israelíes lanzaron granadas y golpearon a los dolientes que cargaban su ataúd.
La semana pasada, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entregó a la Corte Penal Internacional (CPI) los resultados de sus pesquisas sobre la muerte de la veterana periodista.
Según el fiscal palestino, fue asesinada "deliberadamente" por soldados israelíes, que le dispararon letalmente en la cara, ya que la reportera iba perfectamente identificada como prensa, con chaleco y casco.
Israel, por su parte, asegura que al no tener la bala, no cuenta con información concluyente para establecer quién la mató.
Las autoridades israelíes solicitaron una pesquisa conjunta con la ANP, que se negó y se ocupó por su cuenta de la investigación posterior.
Por otro lado, actores de la comunidad internacional piden que se realice una pesquisa independiente para esclarecer los hechos.