La fundación Itaka lleva desde hace varios años gestionando un piso de acogida junto a la iglesia de San Ignacio de Loyola, en el barrio gasteiztarra de Adurza, un hogar temporal donde ayuda en su proceso de emancipación a jóvenes migrantes de entre 18 y 21 años de edad que se encuentran en riesgo de exclusión social. Esta entidad, creada por los religiosos Escolapios en 1985 y reconocida públicamente como ONGD desde 1991, lleva adelante diferentes proyectos sociales y educativos en la ciudad pero no es ajena a la crisis que en los últimos tiempos está erosionando casi todas las economías familiares.
En este difícil contexto, Itaka acaba de lanzar una campaña mediante la que busca reclutar más personas voluntarias y apoyos económicos para seguir formando íntegramente a estos jóvenes en situación de exclusión social en el marco de su proyecto Aukera. A día de hoy, la fundación Itaka está ayudando a cuatro jóvenes, tres procedentes de Marruecos y uno de Gambia, y está esperando la entrada de nuevos chicos.
Itaka ofrece a los jóvenes que participan en este programa tanto un alojamiento como un itinerario de formación con vistas a su inserción laboral. Acompañado por un equipo educativo de la propia fundación, cada joven lleva a cabo un proyecto de crecimiento personal que contempla todos los aspectos de su vida: salud, hogar, economía, formación, documentación y tiempo libre, entre otros. Y es en este punto donde juega un papel importante el apoyo externo, según recordó ayer en una nota la Diócesis de Vitoria
Ante la situación actual, que complica en gran medida acceder a un alquiler para que estos jóvenes continúen su camino de integración, con los recortes en las subvenciones públicas y la falta de participación social, Itaka se ha puesto manos a la obra, recorriendo varias parroquias de Vitoria para reclamar ayuda. Por una parte, más voluntariado, donde un importante número de personas son necesarias para apoyar con clases de castellano, temas formativos o de ayuda en la gestión del hogar. Y por otro, el también citado apoyo económico. “Con el fuerte aumento de la cesta de la compra, de la luz y el gas en los últimos meses, esta ONGD se está haciendo cargo de un gran déficit, asumiendo los gastos que genera este proyecto”, recordó la Diócesis.
Todos los jóvenes participantes en este programa están estudiando una FP y acuden a clases de castellano en el colegio Escolapios de Vitoria. Los voluntarios de Itaka llevan también varios años colaborando con las parroquias de la zona sur de la capital alavesa –San Ignacio, San Cristóbal y Sagrado Corazón de Jesús–, con quienes realizan distintas actividades a lo largo del año y donde se encuentra el piso en el que viven estos cuatro jóvenes
¿Cómo colaborar?
Quien quiera colaborar, puede hacerlo como voluntario acudiendo a estas parroquias para impartir clases de castellano, enseñar tareas del hogar, ayudar en trámites burocráticos o participar en actividades de tiempo libre.
También se puede echar una mano de manera económica bien por suscripción anual o con una ayuda puntual, pudiendo formalizarse ambas en los despachos parroquiales de San Cristóbal, San Ignacio o Sagrado Corazón de Jesús. Las personas pueden encontrar toda la información necesaria en estos templos. – DNA