El primer ministro italiano, Mario Draghi, y el presidente francés, Emmanuel Macron, calificaron hoy de "histórico" el Tratado del Quirinal, un acuerdo bilateral que estrecha su colaboración y que, según coincidieron ambos, defiende la soberanía de Europa.
"Buscar la soberanía europea significa diseñar el futuro de la Europa que queremos, no de la que quieren otros", dijo Draghi en la rueda de prensa conjunta tras la firma del acuerdo, que supondrá un avance en la colaboración bilateral en política exterior, seguridad y defensa, justicia, política migratoria, cooperación económica e industrial, educación y cultura, entre otras.
Draghi destacó el momento "histórico que viven las relaciones" entre Francia e Italia, que, con este acuerdo, "consolidan aún más sus vínculos diplomáticos, comerciales, políticos y culturales" y a partir de hoy están todavía "más cerca".
Entre las novedades destacadas del pacto, figuran un servicio de "un comité civil de cooperación transfonterizo" en vista de "la necesidad de una política de gestión de flujos migratorias compartida en la UE", la creación de una unidad operativa compartida para apoyar a las fuerzas del orden o la participación de ministros de un país en los Consejos de Ministros del otro cada tres meses.
Macron se refirió el carácter de "miembros fundadores de la Unión Europea" de los dos países, "basados en los mismos valores republicanos, en el respeto de los derechos humanos y civiles, en el europeísmo", añadió Draghi, que destacó el refuerzo de la relación bilateral en los últimos meses.
Draghi y Macron, que tienen una excelente relación personal, se han encontrado en seis ocasiones desde que el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) llegó al poder hace nueve meses. "El sentido más profundo de este tratado es que nuestra soberanía, entendida como nuestra capacidad de dirigir el futuro, sólo puede fortalecerse mediante una gestión compartida de los retos comunes", dijo Draghi, al mencionar "el relanzamiento de las inversiones, sobre todo en ámbitos estratégicos e innovadores como los semiconductores; en la transición digital y energética y en la construcción de una verdadera defensa europea".
Macron aseguró, por su parte, que la cooperación entre Francia e Italia, que comparten una visión de una Europa "más integrada, democrática y soberana", se ha mantenido incluso "en los periodos más difíciles", como durante la pandemia o en el caso de Libia. Las relaciones bilaterales, que habían sufrido varios desencuentros en los últimos años, están ahora en un momento "excelente" dijo agradeciendo el papel de Draghi en la resolución de algunos de esos antiguos "malentendidos".
Sobre la relación con Alemania y la inminente salida de la cancillería de Angela Merkel, Macron dijo: "En Francia tenemos esa obsesión de que las cosas son complejas con Alemania y no es así, son amistades complementarias y diversas" y añadió que no está "obsesionado con el liderazgo" lo que "hace falta es construir acuerdos de 27".