Itsasmuseum Bilbao ha inaugurado este viernes una exposición permanente dedicada a las ofrendas para evitar la muerte en el mar, los naufragios y la evolución del salvamento marítimo.
La muestra recoge ofrendas en ermitas de la zona costera, tanto para pedir buena suerte como en agradecimiento por haberse salvado, que van desde objetos de la vida cotidiana, una lápida sepulcral con el grabado de un barco y datada entre los siglos XII y XIII o una figura a escala de la Virgen de Begoña entronizada, obra de Leonardo Lucarini, hijo del escultor que hizo la pieza original sumergida en San Juan de Gaztelugatxe.
También se exhiben maquetas de embarcaciones con valor histórico, como la de una fragata mercante artillada elaborada con gran detalle a finales siglo XIX y procedente de la Iglesia San Nikolas y Santa Ana de Olabeaga, y otras suspendidas desde el techo, emulando una estampa típica en iglesias y ermitas de la costa.
En lo referido a los naufragios, destacan una obra realizada en 1853 por el reconocido artista de marinas inglés Charles Gregory, El Naufragio del Bolívar, sucedido en 1887 en la barra de Portugalete mientras el remolcador Volador lo conducía puerto, y el Rescate de la Txalupa Josephita, del pintor Anselmo de Guinea.
Otro elemento de esta sección es una fotografía votiva del vapor Azkorri Mendi de la naviera bilbaina Sota de Aznar, atacado por un submarino alemán mientras navegaba por el Canal de la Mancha, la noche del 22 de julio de 1917, y uno de los proyectiles que recibió en el ataque.
En salvamento marítimo sobresale un artilugio de la estación de Arriluce, en Getxo, que servía para rescatar a las personas de los barcos que sufrían algún siniestro cerca de la costa.
Las piezas de esta exposición permanente proceden del propio Museo Marítimo y de otros museos vizcainos como Euskal Museoa, el Museo de Arte Sacro de Bilbao, Bermeoko Arrantzaleen Museoa, Azti, C.E.V.A.S, Cruz Roja del Mar y Bizkaikoa, así como de particulares.