En plena crisis del PP los líderes territoriales toman posiciones ante la lucha que se avecina por el control del partido. El presidente del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, ha decidido dar un paso al frente y este martes ha reclamado a través de sus redes sociales la convocatoria de un congreso extraordinario.
Hasta el momento, Iturgaiz había guardado silencio. Se había limitado a reclamar este lunes unidad en el Partido Popular. Después del Comité de Dirección del PP celebrado este lunes en el que varios afines a Pablo Casado demandaron la convocatoria de un congreso extraordinario, Carlos Iturgaiz se ha sumado a esta petición.
El líder del PP vasco reclama "la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario con una única candidatura de unidad, que devuelva la ilusión a todos los militantes y votantes del PP".
Pablo Casado ha convocado este miércoles a los barones autonómicos del PP, aunque ha excluido de la reunión a Isabel Díaz Ayuso, el otro elemento en discordia en la crisis. El líder de los populares quiere saber con cuántos apoyos cuenta de cara a la Junta Directiva Nacional de la formación que ha convocado la próxima semana, y en el que muchas figuras destacadas de los populares quieren que se convoque un congreso extraordinario en el que se proclame un líder que devuelva la unidad a la formación.
Los partidarios de convocar el congreso tendrían que reunir una mayoría de dos tercios entre los más de medio millar de representantes del partido que integran ese órgano.
CASADO AUPÓ A ITURGAIZ
Carlos Iturgaiz da la espalda a Pablo Casado apenas dos años después de que el presidente del PP decidiera que el entones líder del PP vasco, Alfonso Alonso, no concurriría a las elecciones en Euskadi, y que su lugar sería ocupado por Iturgaiz que había abandonado la política vasca para ocupar un lugar en el Parlamento europeo.
Casado ya había mantenido variso desencuentros con Alfonso Alonso, aunque la decisión de Génova de concurrir a las elecciones vascas en coalición con Ciudadanos sin consultar con la ejecutiva vasca, fue el último detonante.
Pero las discrepancias entre Casado y Alfonso Alonso venían de atrás, cuando el vasco apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en su lucha por hacerse con el control del PP tras la marcha de Mariano Rajoy.