La Itzulia celebra este miércoles la tercera de sus seis etapas. 162 kilómetros entre Errenteria y Villabona con seis puertos de montaña y una explosiva y dura llegada a Hika. Los pronósticos apuntan a que habrá un tercer maillot amarillo distinto tras enfundárselo ayer el neerlandés Ide Schelling, que recogía el testigo de Ethan Hayter.
El ciclista del equipo Bora-Hansgrohe no solo fue el más rápido en la jornada más larga de esta edición tras 193 kilómetros. También fue el más listo en una enrevesada llegada a Leitza que los integrantes del pelotón conocían previo paso por contrameta.
En la última bajada de Arkiskil, y tras un primer intento a cargo del Movistar Álex Aranburu, Schelling tomó la delantera en el último medio kilómetro para ya no soltarla tras la chicane que la organización había previsto antes de cruzar la línea de llegada.
El nuevo líder aventaja en cuatro segundos al italiano Matteo Sobrero (Team Jayco Alula), seis al francés David Gaudu (Groupama-FDJ) y siete al primer vasco, Mikel Landa (Bahrain Victorious), que estuvo una treintena de kilómetros en fuga tras saltar a 48 de meta en la ascensión a Saldias.
Hoy ya es turno para los primeros espadas de esta Itzulia 2023. Ahora sí, ya toca dejarse ver quienes aspiran a portar el último amarillo el sábado en Eibar. Los Jonas Vingegaard, Daniel Felipe Martínez, Ion Izagirre y el propio Landa deben aparecer en el exigente trozo final de una jornada que discurrirá por la costa guipuzcoana hasta Zumaia, y a partir de ahí comenzará el constante rompepiernas.
La serpiente multicolor habrá de coronar Meagas, de tercera categoría (kilómetro 57), Andazarrate, de segunda (km.72), y otros cuatro de tercera, Alkiza (km.102), Altzo (km.115), Orendain (km.126) y de nuevo Altzo, si bien se subirá por la otra cara (km.137). Algo más de veinte kilómetros restarán antes de afrontar la pared final, que como dice en los micrófonos de Onda Vasca el director de la carrera, Julián Eraso, "no es puntuable pero podía serlo, con 500 metros de subida con un tramo a más del 22 por ciento. Los gallos se cuidarán mucho de llegar juntos y disputarse los pocos segundos. A partir del primer paso por Villabona hasta el final, es un recorrido de clásicas, por pistas muy estrechas. La gente tendrá que estar muy atenta porque son ratoneras muy propicias para cortes, y seguro que no va a haber sprint".