Son ya varias las ediciones de los Goya que han supuesto más de una alegría -concretamente, seis- a la productora vizcaína UniKo. La última, este mismo sábado, cuando Iván Miñambres subió a recoger su sexto 'cabezón', en esta ocasión, por 'To bird or not to bird'. El cortometraje de animación plantea una mirada crítica del mundo actual contada a través de las tragicómicas y esperpénticas vivencias de varios pájaros.
En Onda Vasca con Txema Gutiérrez, Miñambres reconoce que no esperaba el premio: "Este año íbamos súper tranquilos porque había un nivel increíble en la animación. Como el año pasado ganamos dos galardones, pensábamos que no se iba a repetir, pero ha sido todo un honor y una alegría para el equipo. Vivirlo arropado por familia, equipo y amigos es un momento súper especial". Un nuevo espaldarazo para seguir trabajando: "Es un honor y una responsabilidad, además de la autoexigencia de seguir trabajando. Los premios permiten poder ir un paso más allá y poder dedicarnos a lo que nos gusta y nos apasiona".
La animación permite abordar "esas cosas oscuras y negativas que afectan a nuestro día a día" con el objetivo de despertar conciencias: "Los que nos dedicamos a esto creemos que el cine, aparte de entretener, tiene que ser una herramienta para generar pensamiento critico e intentar, desde la humildad y nuestra pequeña parte del mundo, intentar cambiar la realidad".