Dusko Ivanovic no emite ninguna señal de fatiga ni pérdida de ambición a sus 64 años. El técnico montenegrino ha iniciado con la ilusión propia de un niño su duodécima temporada al frente del Baskonia, un club donde se ha convertido desde hace tiempo ya en una leyenda y al que pretende conducir nuevamente hacia lo más alto tras un verano donde los dirigentes azulgranas han tratado de concebir una plantilla a su imagen y semejanza.
El nuevo proyecto azulgrana apunta muy alto con dos fichajes especialmente ilusionantes cerrados a golpe de talonario (Baldwin y Fontecchio), un escolta dispuesto a asentarse como jugador de élite tras un discreto paso por Valencia (Marinkovic) y, sobre todo, tres pívots muy atléticos y móviles (Costello, Nnoko y Enoch) que se ajustan mucho más al patrón de juego que pretende implantar consistente en una dura defensa, meteóricas transiciones o cambios automáticos atrás.
"La reconstrucción ha sido más profunda de la esperada, pero todo el mundo sabe que si este club tiene que hacer algo para estar arriba y ser competitivo va a hacerlo con independencia de quiénes sean las bajas. Hemos configurado una plantilla para poder competir con todo el mundo y tener un buen equipo", ha reconocido Ivanovic este viernes en Radio Vitoria.
Posiblemente la palabra que más haya utilizado durante su discurso ha sido la de "tiempo". No cabe duda de que ensamblar a siete caras nuevas no será un proceso sencillo ni rápido, por lo que su trabajo a corto plazo en la centrifugadora de Zurbano cobrará una especial relevancia para tratar de construir un bloque redondo y consistente en un corto margen.
"Hemos fichado buenos jugadores, aunque todavía no estamos al completo ni hemos entrenado juntos. Necesitamos tiempo para que los nuevos se adapten, pero debemos asumir que tener doce buenos jugadores no significa tener un buen equipo. Mi trabajo será que estos buenos jugadores hagan un buen equipo. Cuando pase un mes, veremos exactamente de lo que es capaz este equipo", avanzó el montenegrino, quien culpó al Sindicato de Jugadores de la corta pretemporada hecha este verano.
La principal revolución del Baskonia se ha registrado en un juego interior completamente nuevo. El club se ha deshecho de dos piezas que fueron testimoniales durante el pasado curso (Diop y Fall) y también abrió la puerta a Jekiri para favorecer la llegada de interiores con otras cualidades.
"El balondesto moderno es de jugadores atléticos, rápidos y polivalentes. Los grandes deben tener, sobre todo, capacidad de moverse rápido en defensa y ataque. No queríamos jugadores que actuasen tan solo por dentro ni estar condicionados atrás por alguien que no sea móvil. Ahora creo que disponemos de pívots móviles que nos permitirán defender, correr y jugar mejor", avisó Ivanovic, quien deseó a Ilimane que "sea feliz y juegue muy bien" en Las Palmas tras matizar que "ahora era el momento para ambas partes de separar los caminos".
Como no podía ser de otra manera, su vena inconformista volvió a salir a la palestra en un momento de la entrevista cuando instó a sus pupilos a "sacrificarse" por el bien del colectivo. "Estoy en un club que siempre quiere ganar; yo soy un entrenador que también quiere ganar y piensa que puede ganar a todo el mundo. Entonces quiero que estos jugadores tengan esta mentalidad. Para conseguir esto, deben sacrificarse cada día y esto no es fácil", analizó.
Respecto a Fontecchio –al que ya quiso fichar antes de su llegada al Alba, según confesó– y Baldwin, "el líder de un equipo que disputó el play off de Euroliga", los fichajes estrella del Baskonia, su nivel de exigencia es máximo. "Los dos tienen que crecer y mejorar para permitir que el Baskonia aspire a algún título. Quiero jugadores que quieran ganar", insistió de forma continuada.
También dejó claro que un club como el Baskonia "nunca da por cerrada su plantilla" y está a la espera de la evolución del equipo para saber si una decimotercera ficha profesional se incorpora al equipo en mitad del ejercicio.
Respecto a las señas de identidad ya sabidas del vértigo y dinamismo sustentadas en un poderoso físico, Ivanovic recalcó que se adaptará a las virtudes de sus discípulos. "Nuestra manera de jugar será la que convenga a la calidad de los jugadores que tengo y esto veremos con el tiempo cómo se va plasmando", concretó Ivanovic, quien explicó por último que la lesión de Peters "puede ser algo más larga" que la de Baldwin sin dar, eso sí, plazos del tiempo que ambos pueden estar de baja.