Ivanovic y Vildoza le cambian la cara al Estrella Roja

Definitivamente el Estrella Roja es otro desde la llegada de Dusko Ivanovic y también Luca Vildoza. El flamante equipo de los dos exbaskonistas atraviesa un dulce momento de forma y ello quedó refrendado ayer en la victoria en el gran clásico serbio de la Liga Adriática por 90-74, un partido muy accidentado y que se interrumpió durante más de media hora debido a los incidentes motivados por el público local tras arrojar objetos a la cancha en el cuarto inicial. De hecho, los árbitros se fueron a los vestuarios y el riesgo de suspensión del encuentro fue muy alto.

En el plano estrictamente deportivo, el Estrella Roja se mostró claramente superior a los de Zeljko Obradovic con una destacada actuación del base argentino, autor de 19 puntos y 5 asistencias. Nedovic, el otro anotador compulsivo en manos de Ivanovic, se fue hasta los 17 dejando claro que es un jugador recuperado para la causa por el técnico montenegrino tras su calvario con las lesiones musculares.

Lo cierto es que, desde la destitución de Vladimir Jovanovic y la contratación de Dusko Ivanovic al Estrella Roja, el equipo serbio ha ganado sus cinco partidos, tres de Euroliga ante el Asvel Villeurbanne (71-67), el Alba Berlín (84-88) y el Maccabi (69-68), y los dos en la Liga Adriática frente a la Cibona (92-53) y el citado del Partizan (90-74).

Para muchos, Ivanovic era ya un entrenador anticuado y con un libreto caduco que no estaba capacitado para dirigir a equipos de alto nivel, pero los hechos y los grandes resultados del conjunto balcánico están desmintiendo esta teoría. El de Bijelo Polje ha hecho creer a un grupo que hasta su incorporación iba dando tumbos, especialmente a nivel continental.

El Estrella Roja ha apostado con fuerza por Ivanovic, cuya última andadura en los banquillos había tenido lugar en el Baskonia. El club vitoriano prescindió de sus servicios en noviembre del año pasado debido a su mala dinámica de juego y resultados, aunque el paso del tiempo dejó claro que el vestuario azulgrana no era nada fácil de gobernar.