Jaime Tapia: "Son ciudadanos, no marcianos, hay que ayudarles"

Se cumplen dos años desde que el Gobierno español transfiriera a Euskadi la competencia de prisiones en cumplimiento del Estatuto de Gernika y es precisamente la fecha elegida por el Gobierno vasco para celebrar el I Mandela Eguna. Un día en el que va a entregar el premio Gómez Elósegui a la asociación Arrats por sus buenas prácticas en el ámbito penitenciario. 

En ONDA VASCA hemos podido conocer de primera mano cómo se trabaja dentro de una prisión, en este caso del centro penitenciario de Bizkaia en Basauri y qué tipo de políticas está llevando a cabo desde hace dos años el Gobierno vasco. Uno de nuestros anfitriones ha sido el asesor del Gobierno vasco en materia penitenciaria Jaime Tapia. "El trabajo que se hace es transparente, claro. Estos sitios han sido muy opacos. Todo lo que sea abrir a la sociedad y hacer comunidad es positivo", subraya. 

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26:10

Charlamos con Jaime Tapia, asesor del Gobierno vasco en materia penitenciaria en el Mandela Eguna

La reinserción como finalidad. Es lo que busca el modelo penitenciario vasco que hoy cumple dos años gestionando la competencia de instituciones penitenciarias

Mandela Eguna

El Gobierno vasco va a celebrar en Tabakalera, en Donostia, el acto de entrega del premio Gómez Elósegui a las buenas prácticas en el ámbito penitenciario que este año recibe la asociación Arrats, creada en Gipuzkoa hace 24 años por expresos del centro penitenciario de Martutene y que trabaja por la reinserción de las personas encarceladas.

CAV

Por sus buenas prácticas en el ámbito penitenciario, la asociación Arrats recibe el premio Gómez Elósegui

Onda Vasca

A partir de las 16:00 horas se celebrará el acto de entrega del premio en el centro Tabakalera de Donostia

"El día de Mandela es para que la ciudadanía reflexione y se de cuenta de que hay personas privadas de libertad que son ciudadanos de nuestra comunidad y que hay funcionarios que trabajan en favor de estas personas en aras a su educación y socialización", explica Jaime Tapia. 

"La finalidad es la reinserción y conceder segundas oportunidades y ayudarles en el proceso que se desarrolla en períodos de semilibertad", añade. Asegura que la situación de los centros penitenciarios en este sentido es "buena". "Partimos de una buena situación con índice de reincidencia que habla del 20%", señala. "Aspiramos a reducir el índice de reincidencia. Para ello hay que trabajar en los centros penitenciarios y hay que apoyar a estas personas a través de entidades y de la implicación de la sociedad que debe darse cuenta de que también son ciudadanos y no marcianos que aterrizan aquí. Hay que ayudarles", subraya. 

Reinserción 

Después de dos años gestionando la transferencia de prisiones, afirma Jaime Tapia que "hay margen de mejora". "Partiendo de una situación positiva como era ya la que teníamos, en estos dos años hemos mejorado aquellas personas a las que nos debemos", afirma. 

Recuerda todos los instrumentos de los que dispone el Gobierno vasco para que puedan tener esa segunda oportunidad a través de Lanbide y Aukerak. "Una persona puede estudiar, formarse de manera profesional para que puedan realizar trabajos en el futuro. Al mismo tiempo adquieren habilidades sociales. Si miramos la realidad sociológica de los centros penitenciarios la mayoría de las personas tienen carencias o déficits y aquí pueden tener una oportunidad y una ayuda", destaca. "Desde el primer día que alguien ingresa en un centro penitenciario se piensa ya en la salida", añade. 

"No pretendemos que esa persona no beba ni fume o que no se drogue sino que tenga un límite que es el código penal", insiste. Se trata que no vuelvan a delinquir. "Se entiende que hay cierto éxito en la reinserción si una persona que ha cometido delitos muy graves, pueda cometer delitos menos graves", señala. "Hay que marcarse fines realistas y exigentes", matiza. 

"Conseguir que el 100% no reincida es difícil o imposible. Pero nos movemos en una franja. Hay personas que han podido caer en el delito por diferentes causas y que si les ofreces una salida positiva la pueden admitir", afirma. "Otras que entran en un centro penitenciario por problemas de adicción o sociales o incluso familiares es más difícil", reconoce pero asegura que no se "tira la toalla". "Hay veces que con una persona no lo consigues a la primera pero a la segunda sí", destaca. 

"Cuando se dan oportunidades a las personas se consiguen éxitos", señala y asegura que en la sociedad aumenta la percepción de mayor seguridad, menos víctimas y tranquilidad. "Este modelo también apuesta por las víctimas. Quizás sea uno de los aspectos más peculiares del modelo", destaca. 

Más reclusos

Reconoce el asesor del Gobierno vasco Jaime Tapia que desde que se produjo la transferencia la población reclusa ha aumentado en Euskadi. "Nos hicieron ver que en la recepción de la competencia había 500 personas con arraigo que estaban fuera de la comunidad. Lo que tenemos ahora es que la mitad han podido regresar a la CAV y esas personas que antes de 2021 se habrían marchado se han quedado", explica.

Reconoce que todavía hay personas con arraigo que están fuera. "Esperamos que en próximos dos años cuando abramos el centro de Gipuzkoa podamos acoger a todas esas personas que son de aquí y puedan cumplir su condena en la CAV", afirma.

En cuanto al régimen de semilibertad que es también una característica fundamental del nuevo modelo vasco subraya que no es baladí y que se basa en estudios sociológicos. "Se consigue mayor índice de reinserción. No es una decisión al tun tun. Es una decisión que viene inspirada por diferentes decisiones del ámbito europeo abunda en la idea de apostar por ello", explica.

"Hay que realizar un tratamiento específico y por otro lado, crear una red de recursos orientados a esto. Hemos puesto en marcha diferentes recursos habitacionales, centros de día y estamos colaborando con otras entidades para que ayuden a esas personas en semilibertad para que puedan seguir su itinerario y no vuelvan a cometer delitos", remarca. 

Presos de ETA

Preguntado por los presos de ETA, asegura que están recibiendo "el mismo trato" que el resto de internos. "Los condicionamientos que tienen son los legales que hay que cumplir. El principio básico es el derecho a la igualdad", destaca y reconoce que esto implica adoptar decisiones que "hasta ahora no se estaban tomando.

Afirma en cualquier caso que con el trabajo diario de los funcionarios están avanzando "en el tratamiento normalizado y en una cierta idea de convivencia social y de paz", concluye.