El episodio acaecido en Bilbao durante no muchas pero que han parecido interminables horas ante tanta incertidumbre y tensión, ha concluido felizmente con el rescate de un bebé en el barrio de Santutxu. Pero ha puesto en entredicho el protocolo que la sanidad pública vasca tiene en vigor para el caso de los recién nacidos en sus centros hospitalarios.
Protocolo de información y protección que fue modificado en el año 2014, cuando aconteció un intento de secuestro en el Hospital Donostia, para evitar casos de confusión o robo como el ocurrido hoy en el pabellón Iturrizar del Hospital de Basurto. Una opinión acreditada como la de la matrona de Osakidetza, Janire Miranda, reconoce lo atípico del suceso. "¿Qué raro todo, no?" Porque los progenitores son permanentemente informados, y los neonatos supervisados y vigilados, no como antes ocurría para realizar pruebas como la del talón.
Confianza en el protocolo que ha fallado
"Este protocolo indica que los bebés y sus familias tienen derecho en todo momento a estar juntos a pesar de que haya que hacerles alguna prueba, que normalmente se hace en la habitación con los padres, y en caso de tener que abandonarla para otra más específica va a salir acompañado de la madre, el padre o quien estos digan. Cuando sacamos al niño de la habitación, que ocurre pocas veces, se avisa cuándo y dónde va a ser para que alguien acompañe al niño. Siempre decimos quién va a venir", añade Miranda. Por ello, "entiendo en la buena fe y confiar en las personas cuando llegas a un hospital. Tienes que confiar ante esa situación de vulnerabilidad que se nos pone, ya sea en una enfermedad o en un proceso fisiológico. Esta vez los mecanismos han fallado, ya ha pasado, y lo lógico es pensar que podamos confiar los unos en los otros".
“ No imagino la de mecanismos que va a desarrollar esa familia para llevar a cabo una crianza amable y confiada ”
La comadrona indica en declaraciones a Onda Vasca que "no puedo ni imaginar la situación que han podido vivir el personal sanitario y la Policía que ha tenido que hacer la búsqueda", Y por lo que atañe a sus familiares, concretamente los progenitores, les va a condicionar esta experiencia traumática nada más llegar al mundo su hijo. "¿Cómo no va a condicionar? Necesitamos proteger estas primeras horas porque son fundamentales para su desarrollo. Desde el test de embarazo positivo sabes que la vida va a cambiar, y la sensación de que depende de ti su seguridad es brutal. No imagino la de mecanismos que va a esa desarrollar esa familia completa para llevar a cabo una crianza lo más amable y confiada posible. Estas horas de incertidumbre marcan un antes y un después".
“ Estas cosas no pasan solo en un hospital ”
"Con esta alarma social surgida, a nivel sanitario, pero también yo misma como madre, te preguntas y ahora qué. Estas cosas no pasan solo en un hospital. En el parque, en la calle, en el supermercado, en un columpio...esto nos alarma a toda la sociedad y todos ponemos nuestras herramientas para protegernos", habla la partera en relación a mantener en todo momento vigilados a los pequeños.
Pocas pero cruciales horas para el neonato
Afortunadamente ha transcurrido poco tiempo desde que ha saltado la noticia del secuestro hasta que el pequeño ha sido encontrado envuelto en una toalla y sin pañal. Pero "las necesidades de un bebé recién nacido pueden parecer básicas o banales pero son cuestiones que nos mantienen sanos y con vida en nuestras primeras horas, como alimentarse y no enfriarse para disponer de un estado térmico básico para la supervivencia".
Concluye la matrona que no consigue "verlo de forma racional ni quitarme la emocionalidad de este proceso. Es mucho más allá, es más atávico. Nos mueve a todos por dentro y soy incapaz a nivel científico de determinar si ha podido mantener la temperatura. Los bebés necesitan contacto, a su ama piel con piel y no solamente las dos horas después del parto. Necesitan emocionalidad, seguridad, olor, esa fuerza del amor en los brazos y los pechos de ama".