El precio de los carburantes sigue al alza y marca máximos que no se veían desde el 2012 y, aunque esta semana ha dado un pequeño respiro tras encadenar once semanas de ascensos, este incremento de costes supone un nuevo varapalo en las cuentas de los resultados del sector, que ya de por sí se habían visto mermadas tras año y medio de pandemia. Según Juan José Gil, de la Federación Nacional de Transporte de España, "casi el 40% del coste de explotación de un camión lo representa el carburante''. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se acerca a la realidad que viven los transportistas y cómo la subida del precio del petróleo les está situando al límite.
Los transportistas alaveses están desesperados. Entre ellos, Katherine Soto, encargada de logística de una empresa alavesa, comenta que se ven afectados por la subida del combustible ya que sus gastos se han incrementado en un 30%. Y es que, una parte fundamental de estos negocios es la distribución de la mercancía, ya que el coste asociado a ella repercute directamente en los resultados de la compañía. "En ocasiones sale más rentable tener el camión parado. Además de que los precios de los portes han caído mucho, si sumas que ha subido el precio del combustible, no tienes el beneficio que deberías tener", comenta.
Sin embargo, según los datos publicados este pasado jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio de los carburantes ha dado un respiro. La gasolina se ha mantenido estable, alcanzando una media de 1,513 euros por litro, su máximo anual, mientras que el gasóleo ha descendido un 0,4% hasta 1,38 euros. Aún así, la incertidumbre está servida ya que, en mayor o menor medida, esto afecta a empresas de paquetería, transporte de mercancías internacionales, taxistas, empresas de autobuses o aerolíneas.
Más gastos
Estos sectores miran con incertidumbre al futuro con la llegada de la época invernal y, como consecuencia, la subida en el precio del petróleo. Otra empresa del sector afirma que meses antes repostaban con 1.100 euros el tanque de un camión y ahora mismo se gastan alrededor de 1.300 euros.
Según Javier Furelos, responsable de la gasolinera Gamarra Low Cost, desde enero el precio de los combustibles ha subido aproximadamente un 30%: "La gente evidentemente se queja y se pregunta cuándo va a parar de subir". Y es que en este establecimiento el precio de venta del diesel se situaba en enero sobre los 0,99 céntimos por litro y este mes ha alcanzado los 1,299 euros. La gasolina, que se situaba a principios de año en 1,19 euros por litro, llegó a 1,43 euros en noviembre.
Otra de las estaciones de servicio donde van a repostar todo tipo de vehículos –entre ellos camiones y empresas de autobuses–, es Onaindia. Según su gerente, Itziar Onaindia, a pesar de que ofrecen descuentos a muchos clientes del sector, su situación es difícil: "El encarecimiento aproximado desde septiembre hasta hoy anda en torno a unos 10 céntimos por litro de diésel. En cambio, en la gasolina el encarecimiento es un poco menos, la diferencia gira en torno a los cinco céntimos".
Pero la escalada de precios de los combustibles no es el único factor que está afectando a un sector del transporte que echa de menos un mayor número de chóferes al volante. Solo en España, la patronal calcula que harán falta unos 15.000 camioneros. Una carencia que contribuye al retraso de los puertos y agravando el colapso. Y, para agravar aún más el escenario, el Brexit también está afectando a la situación. "Para entrar a Inglaterra hay muchos más problemas por la documentación y la gestión que, al final, se traduce en más gastos", afirma un chófer internacional.
Falta de chóferes
Eli lleva más de 20 años siendo transportista y aunque actualmente trabaja en una empresa de autobuses en Vitoria, se dedicó al transporte de mercancías durante cuatro años y mantiene una relación estrecha con sus ex compañeros, por lo que sabe bien qué condiciones tienen. "En el sector se quejan de que faltan chóferes pero es que las condiciones no son buenas". Un camionero recibe de sueldo aproximadamente 2.200 euros al mes y tiene incluidos ahí las vacaciones, el IRPF y las pagas. Además uno es responsable de su propia comida y de su alojamiento cuando sale de viaje, por lo que muchas veces se duerme en la cabina. "Es mejor quedarse en casa con la familia y trabajar en un supermercado", comenta.
Además de que no hay un relevo generacional, los camioneros se quejan de que otro de los problemas de su profesión es la carga y descarga de la mercancía, ya que la mayoría de las veces que llegan a su destino ellos son los que tienen que hacer esta labor. Por ello, desde Fenadismer, junto a las restantes asociaciones que componen el Comité Nacional de Transporte por Carretera, han acordado convocar un paro del transporte de mercancías los días 20, 21 y 22 de diciembre.