Jardines desconocidos, alguno secretos, se esconden en rincones de la ciudad. Entre las manzanas de viviendas del Casco Viejo, por ejemplo, o, en otros casos, en las propiedades privada de edificios históricos del II Ensanche. Los barrios también conservan zonas verdes majestuosas en las que muchas veces son las comunidades de vecinos, como en el barrio de la Txantrea, por ejemplo, quienes las cuidan con mimo y los mantienen vivos a pesar de la sequía y el duro verano.
Pamplona cuenta, según datos del Ayuntamiento de Pamplona, con unas 300 hectáreas de zonas verdes (el 15% de la superficie de la ciudad). Las más famosas, las joyas modernistas de la Taconera y la Media Luna, pero también está la Ciudadela con toda la Vuelta del Castillo, el parque de Aranzadi, ahora en plena recuperación, y los nuevos de Trinitarios y Alfredo Landa, en torno a los barrios de Rochapea y Lezkairu, respectivamente. Algunos en su día marcaron una época, como el Parque del Mundo, con especies vegetales que llegaron de distintos continentes, y años después el Parque de Yamaguchi, en homenaje a la ciudad nipona. En los 80 se sumaría a esta superficie verde, el parque de Arga, que ha conseguido poner en valor 25 kilómetros en torno al río.
Estos son los conocidos, pero en la fama de la Pamplona verde tienen también mucho que ver los espacios escondidos. El pamplonés Fernando Esparza inmortalizó hace ya un tiempo cerca de una veintena de ellos y ahora salen en estas páginas. ¿Cómo se decidió a ello? Según señala, “la idea surgió por varias razones: una de ellas era el comprobar que algunos jardines se hallan en calles céntricas de Pamplona, muy transitadas, y que apenas llaman la atención del transeúnte”, explica, mientras que añade que “otra razón es que puede pensarse que en un futuro, no muy lejano, puedan desaparecer, como ya ha sucedido con algunos”, indica. Pero también quiere ponerlos en valor para que, quien lea estas líneas, pueda pasarse a conocerlos: “Aunque algunos no se hallen en zonas de gran afluencia de ciudadanos, quizá muchos pamploneses los tengan cerca de su domicilio y quizá no habían reparado en ello”.
Poe eso, Fernando Esparza, ahora jubilado, se decidió un día, cámara en ristre, a inmortalizar unos cuantos. “Todos ellos se ubican en zonas de la Iruña vieja”, reconoce y, según añade, “de hecho, en alguna exposición que hice, el título de la misma fue Jardines Urbanos de la Vieja Iruña”. Se refiere a vieja Iruña porque son imágenes tomadas hace tiempo, pero la mayoría de jardines todavía se mantienen activos, según explica.
El autor pone en valor la belleza y arquitectura de estos rincones verdes, pero también “el vigor y fuerza de sus plantas, lo cual indica que han sido bien protegidos y cuidados”. Y aporta un punto de vista romántico al relato: “Para el paseante, quizá lo llamativo sea, al observarlos, poder trasladar su mente a aquellos años en que la ciudad apenas tenía que soportar, como mucho, el tráfico de un puñado de automóviles, el paso de algún trenecillo por el paseo de Sarasate y cercanías. Una ciudad que estaba libre del estrés y la ansiedad que ahora nos invade”. En lo que se refiere a elementos paisajísticos a destacar, Esparza cita “los pinos fornidos de la avenida de Zaragoza 23, los granados de Carlos III 14, las columnas y flora del jardín de la avenida Baja Navarra 47 o el amplio jardín con su arboleda de la calle Esquíroz, espacio éste que tiene los días contados, ya que se va a edificar allí en un futuro próximo”. Y si hay que destacar alguno históricamente, “quizá haya que hacer mención a éste último, ya que en aquellos tiempos, a buen seguro pasaban por allí las gentes de Pamplona para ir a a ir a coger agua a la Fuente del Hierro”.
Su lista
Jardines escondidos.
1.- Avda Baja Navarra, 47
2.-Avda. Zaragoza, 23
3.-C/ Bergamín, 1
4.- C/ Olite, 7
5.- C/ Esquíroz, s/n
6.- C/ Sanguesa, 34
7.-C/ Valle de Baztán, 1
8.- Rincón de la Pellejería
9.- C/ Carlos III, 14
10.- Medialuna
11.-C/ Gorriti, 25
12.- C/ Cendea de Galar, s/n
13.- C/ Mayor, 54
14.- Paseo del Redin
15.-C/ Olite, 9
16.-Avda. Baja Navarra, 64
17.- C/ Arrieta, 16
En azoteas, también.
Esparza añade que hay también interesantes jardines en terrazas de viviendas altas. “Me lo dijo una residente de Carlos III y es interesante”.