EN Jarell Eddie están puestas buena parte de las esperanzas del Hereda San Pablo Burgos en su intento de revertir una situación clasificatoria que empieza a ser ya muy agobiante. El ala-pívot estadounidense es uno de los muchos refuerzos que ha reclutado el conjunto castellano con la temporada ya arrancada para intentar corregir su errático rumbo deportivo, algo que todavía no ha acontecido. Eddie ha disputado hasta el momento tres encuentros de Liga Endesa con su nuevo equipo y todavía no conoce la victoria. Eso sí, la confianza que tiene en él Paco Olmos es indudable, pues supera los 31 minutos de media de presencia en cancha y no le está faltando balón para hacer valer su talento ofensivo. Eso sí, pese a sus 13,3 puntos por encuentro sus porcentajes no están siendo hasta el momento demasiado destacados, con un 36,4% en triples y un 31,6% en tiros de dos puntos.
Eddie (30-X-1991, Tampa) es ante todo un tirador de tres puntos, un jugador de 2,03 metros de altura que en su trayectoria en Europa se ha acostumbrado a ejercer ese rol de cuatro abierto que tanto buscan los equipos. La que está viviendo en Burgos es su segunda experiencia en la Liga Endesa. La primera, en la campaña 2019-20, fue vistiendo la camiseta del UCAM Murcia y las sensaciones que dejó fueron magníficas, con un 44% desde más allá de la línea de 6,75 y demostraciones de acierto colosales, como los diez triples de catorce intentos que metió ante el Joventut. En aquel curso metió seis o más triples en cinco partidos, lo que le valió para firmar la pasada temporada con el Fenerbahce y jugar la Euroliga, aunque ni su protagonismo ni su rendimiento fueron los mismos.
Formado en Virginia Tech, universidad con la que completó su ciclo de cuatro temporadas en la NCAA, Eddie no fue elegido en el draft de 2014 pese a promediar 13,3 puntos y 5,4 rebotes como senior. Sin embargo, un buen curso en la Liga de Desarrollo con los Austin Toros –ganó el concurso de triples del All Star– le valió para firmar por los Washington Wizards de la NBA de cara a la temporada 2015-16. Jugó 26 encuentros con esta franquicia saliendo desde el banquillo para aportar tiro exterior, pero su protagonismo fue escaso. En las dos siguientes campañas apenas sumó ocho encuentros a caballo entre Phoenix Suns, Chicago Bulls y Boston Celtics, convirtiendo la Liga de Desarrollo en su hábitat natural, y en 2018 decidió que había llegado el momento de cruzar el charco para recalar en el baloncesto europeo. Un buen ejercicio en el Estrasburgo francés le abrió las puertas de la Liga Endesa y sus magníficas demostraciones triplistas, mezcladas con otros encuentros con rachas mucho menos atinadas, llamaron la atención del Fenerbahce, donde ofreció un rendimiento desigual: 5,9 puntos por cita en la Euroliga y 13,2 en la liga turca. Sus porcentajes en el triple fueron magníficos (44% y 54% respectivamente), pero entre tanta estrella no tenía las mismas oportunidades para activar su letal muñeca. La presente temporada la arrancó de nuevo en el Estrasburgo y ahora es una de las esperanzas del Hereda San Pablo Burgos para tratar de salir del pozo del descenso.