"TODAVÍA me emociono". A Javier Abaurrea se le saltan las lágrimas al rememorar el momento en el que entró por última vez en la meta en la plaza Molinar de Gordexola en medio de una ovación y una marea de camisetas rosas. Eran las 22.00 horas del sábado y la adrenalina venció al desgaste físico acumulado en 16 horas de caminata por las calles y cimas del municipio al comprobar el cariño de sus vecinos a él y su mujer, Karmele Isusi cuando fueron arropados por dos columnas de gente y atronaban los aplausos. Su diagnóstico del cáncer de mama que les sacudió el 26 de junio de 2020 inspiró el reto con el doble objetivo de normalizar la enfermedad y reunir fondos para la investigación. Solo con el evento, que incluyó subastas y degustación de putxeras y pintxos solidarios "hemos rozado una recaudación de 6.000 euros" que se destinará a la asociación de cánceres de mama y ginecológicos de Bizkaia. A esta cifra se sumará lo obtenido a través de la web de la propia Acambi y las huchas depositadas en establecimientos de Gordexola y el núcleo urbano de Sodupe.
Bizkaia