De momento, únicamente habrá un médico adquiriendo competencias clínicas, aunque la propuesta del Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML) presentada al Ministerio de Sanidad hablaba de capacidad -recursos humanos, materiales...- para instruir a cinco médicos residentes: tres en Bizkaia y dos en Gipuzkoa. Con el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales había compromiso de financiar dos plazas anuales, "que estaba muy bien para empezar", destaca Javier Meana, catedrático de Farmacología y presidente de la Comisión de Docencia e Investigación del IVML. Finalmente el Ministerio de Sanidad consideró que al tratarse del primer año, solo adjudicaría un MIR a las ocho unidades docentes acreditadas. Como cada curso hay que renovar la petición de plazas, "la idea es que para el año siguiente nos vayamos ajustando y pasemos a dos, a tres€", agregaba. Así las cosas, en la siguiente convocatoria la idea es sacar dos plazas en Bizkaia y una en Gipuzkoa; y en la siguiente llegar a esas tres en Bizkaia y las dos de Gipuzkoa. "Uno sabe a poco, pero es la primera vez. Nosotros también tenemos que ir adquiriendo experiencia", redondeaba.
La primera es obligada. ¿Cuántos son?
-En el País Vasco 52 y en Bizkaia 32. Otros 15 en Gipuzkoa y 7 en Araba.
La segunda también. ¿Cuántas autopsias se hacen?
-El Instituto Vasco de Medicina Legal, alrededor de mil al año. Unas 700, más o menos, en Bizkaia.
En Medicina Legal y Forense, ¿también asisten a una falta de relevo generacional?
-También, como en el resto de especialidades. El 85% de la plantilla del IVML tiene más de 15 años de ejercicio. Y el 55% más de 20 años. Esto indica mucha experiencia y eso es bueno, pero también habla de edad y de que es necesario relevo generacional.
El MIR llama a su puerta€
-De las ocho opciones que había, la primera ha sido el Instituto Vasco de Medicina Legal. El 265 [de los 9.934 aprobados], nada menos. Podría escoger prácticamente cualquier especialidad. Y se ha decidido por Medicina Legal. Es que es para sacar pecho. Hemos ido por delante de servicios punteros del Hospital de Cruces, que suele ser una de las joyas de la corona, de los primeros que se llenan.
¿Y ya saben algo sobre él o ella?
-Es un médico formado en Valladolid. Muy vocacional. Ha hecho sus averiguaciones y por eso viene a formarse al País Vasco.
Eso también es para sacar pecho.
-Claro. Es un motivo de orgullo. Al final, cuando se hace el trabajo día a día no se da cuenta del nivel que se tiene hasta que alguien desde fuera te lo dice. Y es entonces cuando te das cuenta que los estándares del Instituto Vasco de Medicina Legal son muy elevados incluso a nivel internacional. En calidad formativa va a dar la talla de manera incontestable.
Por eso también, supongo, la acreditación de la Unidad de Docencia e Investigación.
-Era la primera vez que convocaban este proceso de acreditación, fuimos los primeros en meter la documentación. Así que estamos muy orgullosos. De los 22 institutos de medicina legal que hay en el Estado solo 8 han sido capaces de preparar la documentación y cumplir los criterios requeridos por el Ministerio de Sanidad.
Cuénteme algo más sobre esa Unidad Docente. ¿Será como una universidad de universidades, un centro de alto rendimiento?
-Es una herramienta de trabajo muy interesante para la formación de los especialistas en Medicina Legal y Forense vía MIR y que no deja de ser un I+D+i para el propio Instituto Vasco de Medicina Legal. Así que el instituto arranca ahora una nueva etapa porque además de sus actividades periciales se convierte en un centro de formación de especialistas.
Un salto cualitativo.
-Efectivamente. Está demostrado que cualquier centro asistencial o actividad médica, cuando tiene capacidades y obligaciones formativas de nuevas generaciones eleva sus estándares asistenciales, de su personal, porque hay más actividad, más obligación de estudiar, gente joven que te estimula. Todo eso contribuye a que de manera inconsciente suba la calidad. Y luego se transforma en un centro de referencia y termina siendo la cantera de los forenses.
Conocí a un jefe que hablaba de formación, formación y formación.
-Osakidetza será la encargada formar a esos residentes en Medicina Legal y Forense durante un tiempo en Trauma o Psiquiatría en principio, en el Hospital de Basurto.
¿Hay buenos profesionales en Euskadi?
-El proceso de acreditación y el reconocimiento que ha hecho un agente externo, en este caso el Ministerio, es la mejor demostración. Yo coordiné la elaboración de esa memoria que presentamos al Ministerio y me quedé impresionado por el nivel de los médicos forense y otros profesionales médicos y no médicos del Instituto Vasco de Medicina Legal. Es francamente elevado. Ellos mismos no eran conscientes del nivel que tenían.
Teoría, práctica€
-Son cuatro años de formación. Tendremos cuatro promociones conviviendo aunque estén rotando por diferentes áreas, pero son cuatro promociones que hay que organizar, supervisar, dirigir, evaluar€
Y eso es muy importante.
-Seguimiento de qué tienen que hacer, si lo hacen adecuadamente€. Existe la figura del tutor, que vigila y aconseja y termina diciendo, mire usted, ha cumplido los objetivos y puede pasar a ser R2 o R3 o repite curso.
Vaya€
-Todo ese programa está diseñado y forma parte de esa documentación que tienes que enviar al Ministerio. También a los MIR y así saben desde el principio por dónde tienen que ir y qué hacer. Es un sistema basado en competencias. Al final la formación de los médicos es teórica, pero fundamentalmente práctica. Se aprende el oficio ejecutándolo. Se empieza supervisado al cien por cien y poco a poco debe tomar iniciativa con la idea que al final sea autónomo. Y no se le da el título si no ha hecho cien autopsias, no sé cuantos levantamientos de cadáveres, tantas valoraciones de daños€ Todo está reglado y hasta que no se cumple no pasan curso.