El periodista y analista económico Javier Ruiz, conocido por sus lecturas en diferentes programas de televisión nos ha hecho hoy su particular radiografía de la situación actual en esta crisis que vivimos marcada por la invasión en Ucrania y la consecuente subida de precios en prácticamente todo.
Su libro 'Edificio España. La brecha de la desigualdad', recientemente premiado, compara el Estado con un edificio de cinco plantas y en cada una de ellas sitúa a un 20% de la población. Seguro que no les sorprende ver que un 20% de la sociedad vive en el sótano por ser vulnerable y que del primero al tercero viven las clases medias. Si miramos al ático nos encontramos con ese otro 20% privilegiado, los ricos. Esto no es nuevo. El problema es, como indica Javier Ruiz, que "los que vienen en el sótano viven cada vez peor y las rentas más altas tienen cada vez más. Vivimos grandes tiempos para ser millonario", destaca.
"Las tres crisis las han pagado los mismos"
Esta es la tercera crisis en los últimos doce años. "Nuestra economía ha vivido un paro cardíaco en 2008 y un coma inducido durante el covid y ahora una subida de tensión", describe. Se debe a esa subida en el precio del combustible, en la luz y la cesta de la compra, sin olvidar las hipotecas. Sobre todo, afirma, hay tres factores clave como son la subida de la luz, la gasolina y la alimentación
"Los más pobres dedican uno de cada tres euros que ganan a pagar estas tres cosas, los más ricos, uno de cada diez", afirma. "Nos pasó en 2008, con la llegada del covid y ahora. Hemos ido erosionando cada vez más a las bases sociales y el edificio si le rompes las columnas, se derrumba", advierte.
“ Tenemos achaques pero no todos hemos pagado la factura igual ”
"Soy firme defensor de las políticas. Sí se pueden cambiar cosas. No puedes poner un impuesto del 80% a los ricos porque tienes un problema de fugas si otros países no lo hacen. Pero gente que tiene 60 millones de patrimonio, que paguen más, sí", explica.
"Los millonarios que lo son realmente, no el que hereda la casa del abuelo, sino de millonarios de verdad que paguen un poco más. No es una locura y se puede hacer. Es necesario hacer cosas que no se hacen. Lo que sí se hace es otra reforma fiscal sobre el IRPF y acaban pagando esto los que tienen nóminas", lamenta.
“ Por muy bien que te paguen no eres millonario si tienes nómina ”
¿Es populismo bajar los impuestos?
El periodista y analista económico no tiene dudas. "Bajar impuestos es populismo. Si cuando tenemos crisis hay que bajarlos y cuando tenemos bonanza también, en uno de los escenarios no acertamos. Cuando uno solo tiene un martillo, todos los problemas parecen clavos", remarca.
Considera, de hecho, que ahora mismo es el "peor momento" para bajar impuestos. Recuerda que todos los organismos están diciendo que se deben subir los impuestos sobre todo a las grandes fortunas porque hay mucha gente que necesita ayuda. "Ya hablaremos de impuestos más adelante. Ahora mismo no mengüemos la recaudación", señala y añade que esta medida "se ha cepillado" al gobierno británico.
¿Subir los salarios y pensiones ligado al IPC es posible?
Los sindicatos siguen insistiendo en la necesidad de que se suban los sueldos e insisten en que el indicador debe ser el IPC. "Es posible a corto plazo y es un disparate si no hay nada a largo plazo", resume. "A los que plantean recortar pensiones, se les olvida que la gente ha pagado. Si les decimos, que les vamos a quitar, les estaríamos estafando", afirma.
"Hay dos sistemas: capitalización y reparto. El sistema español es el de reparto", señala y recuerda que los pensionistas de hoy pagaron las pensiones a sus padres y nosotros aspiramos a que nuestros hijos nos paguen las nuestras. En su opinión, el sistema de pensiones se debe sostener pero, matiza, "es la desembocadura de las aguas".
“ El 'mileurismo' es una aspiración ”
"Hay que arreglar el nacimiento. Tenemos chavales que cobran miseria. 600-700 euros, el mileurismo es una aspiración. Queremos reparar las pensiones, sostengámoslas, pero si queremos arreglar esto hay que empezar desde abajo", insiste.
La clave es el paro
Ante los mensajes apocalípticos sobre 2023, rebaja un poco la alerta. La clave es el paro. "Estamos sorteando la crisis porque no tenemos paro. Si lo tienes, la crisis se dispara. El problema es cuando ni siquiera tienes trabajo. Es la bendición. Todas las reformas que estabilicen esto e impida que te despidan cuando llega el lunes, es una gran inversión en igualdad y es imprescindible", asegura preguntado por la reforma laboral.
“ El problema fundamental es político ”
Alerta ante los mensajes de la derecha y la ultraderecha. "La gente que se queda abajo y no se ve reflejada, cuando llega a alguien y ofrece un culpable o un gurú, se echa en sus manos". ¿Podemos combatir esta realidad con la educación?
Javier Ruiz cree que en estos momentos, la educación no está siendo la solución. "La educación era el mejor ascensor y debe volver a ser el ascensor social. El suelo es una maldición. Si naces pobre, el 55% que nace pobre muere pobre. Si naces rico, no vas a caer por mucho que fracases", señala.
"Los abogados de segunda generación son más ricos que sus padres. Tenemos problema si esta es la inercia", advierte.
Y encima suben las hipotecas
Con la inflación disparada, considera el analista económico que la decisión del BCE de subir constantemente los tipos de interés no es la adecuada. "Esta vez la solución es un problema. La inflación siempre es que tú tienes pasta y como todos tenemos dinero compramos el mismo coche y este sube de precio. Siempre es de demanda", subraya y puntualiza, "ni todos estamos forrados ni gastamos locamente ni esto lo arregla".
"Tenemos una guerra. Si endeudas a las familias, no tienes una solución, tienes otro problema. La subida de tipos no es solución es un segundo problema. Las guerras no las solucionan los bancos centrales", concluye
“ El BCE nos está dejando un problema con mayúsculas. ”
Para 2023 ve turbulencias pero nos pide desconfiar de los medios de comunicación "del apocalipsis" y también de "los de la sacarina". "No es el fin del mundo", considera.
"Mientras el empleo se sostenga es un mal trago pero no es un paro cardíaco, es solo que nos hemos atragantado. Mientras tengamos trabajo tendremos más o menos apuros pero no es una catástrofe económica. Otra cosa fue 2008", concluye.