Una nueva noche de altercados, en este caso en Plentzia con los agentes de la Ertzaintza recibidos a botellazos cuando intentaban disolver un macrobotellón. Un suma y sigue en un verano marcado por esas concentraciones de jóvenes que en algunos casos han acabado en altercados. Para Javier Urra hay falta de respeto a la autoridad, falta de autorregulación y cree que que hay un problema de respeto en algunos jóvenes y también algunos padres. "Aguantar que te tiren botellas es antieducativo. Hay que poner límites a los niños porque si no, se neurotizan. Al niño, al adolescente hay que ponerle un frontón con el que chocar. Para que suba como la hiedra, pero tiene que chocar. Si le dejas hacer, no sabe lo que está bien o lo que está mal. El ser humano es instintivo y requiere límites. La autoridad es esencial", concluye.
Junto a esto defiende la disciplina que al final los jóvenes agradecen y también que los padres no den cobertura a las malas conductas de sus hijos. Considera que a los jóvenes les faltan alternativas de ocio y en estos tiempos de pandemia tienen la sensación de que les han robado un año de su vida.