Hace varios días hablamos con Jesús García que cuando comenzó la invasión de Rusia sobre Ucrania no lo dudó. Cerró momentaneamente su empresa y junto a un amigo alquiló una furgoneta de nueve plazas y emprendió el viaje hacia Rumanía. Varios días después volvemos a hablar con él que está volviendo de Rumanía para dirigirse a Hungría donde se tuvo que quedar su compañero por un problema con el pasaporte.
"Estoy a unos 120 km de Bucarest. Estoy yendo hacia Budapest a recoger a mi compañero", relata. Un regreso que no es como el que esperaba porque su furgoneta no está llena pero tampoco está vacía. "He conseguido que dos niños vengan conmigo. He conseguido parte de lo que deseaba que era traer el vehículo lleno", señala. "He hecho todos los kilómetros posibles y me voy con un sabor agridulce", reconoce.
Esto se debe a que no han sido pocas las trabas que ha encontrado por el camino. Trabas principalmente burocráticas según nos cuenta. "Me fui a la embajada española, quería ir a la ucraniana y luego al gobierno de Rumanía. Lo primero que me encontré fue un muro. Yo le explicaba a la secretaria de la embajada, hablé con el consul pero ni me recibió", lamenta. "Ya sé que hay pautas. Pero le dije que buscaba una pequeña ayuda, un enchufe entre embajadas para hacerlo todo más fácil. y fue al revés", se queja. "Lo menos que tenían que haber hecho es haber hablado conmigo", señala.
Preguntado por los hermanos que lleva consigo, una chica de 18 años y un menor de 15, nos dice que están "contentos". Asegura que cuando llegó a buscarles en Rumanía, nadie le dijo que no tenían papeles y que no les dejaban salir. "Por la tarde Anna me dijo que gracias al tratado dejaban pasar ucranianos solo con el DNI", un cambio que se debe a la decisión de la UE de poner en marcha la directiva de protección especial del refugiado. "Así que nos dirigimos a la frontera a ver si nos dejan pasar y podemos entrar en Europa", explica.
Su iniciativa ha tenido mucha repercusión en Euskadi. Él se queda con eso. "Es un poco abrir los ojos a la ciudadanía de lo que está pasando. Dar el paso para que nos volquemos", afirma