Joel Campbell, la gran promesa que se quedó a medias

¿QUIÉN es Messi? ¿Quién es Neymar? Señores de la prensa, les presento a Joel Campbell. Le descubrí en la calle jugando con latas”. Así presentó ante los medios de comunicación en marzo de 2011 Ricardo La Volpe, entonces seleccionador de Costa Rica, a su último descubrimiento, un chaval de 17 años que apenas había jugado un par de partidos en la Primera División de su país con el Saprissa. Cuenta la leyenda que le vio en la calle jugando con un balón mientras driblaba un circuito de latas haciendo gala de una velocidad extraordinaria y que se quedó prendado de su calidad. De hecho se lo llevó dos meses después a la Copa de Oro de la Concacaf –marcó en el primer partido– y también a la Copa América, donde fue titular en todos los encuentros. Aquella apuesta del entrenador argentino cambió la vida del rapidísimo extremo derecho, pues el escaparate de la selección le catapultó al Arsenal en julio de aquel mismo año. Su carrera no ha sido tan brillante como podía esperarse tras aquel volcánico arranque, pero once años después, con 119 internacionalidades y 25 goles a sus espaldas, sigue siendo uno de los referentes de los ticos y uno de los focos de peligro a controlar hoy por España en su debut en el Mundial de Catar.

Nacido en San José y formado en el 11 Talentos Desamparados, la irrupción de Campbell, que a sus 30 años milita actualmente en el León mexicano tras pasar por once clubes de ocho países distintos, fue fulgurante, hasta el punto de que Arsene Wenger decidió pagar al Saprissa un millón de libras por sus servicios cuando apenas había asomado en la Primera División de Costa Rica –poco antes había sido cedido al Puntarenas–. Aterrizó en la formación gunner en el verano de 2011 junto a otros refuerzos como Mikel Arteta, actual entrenador del equipo londinense, o Héctor Bellerín pero su aventura europea no empezó bien. Al no contar con el permiso de trabajo necesario para jugar en Inglaterra, tuvo que pasar el siguiente curso cedido en el Lorient francés, con el que dio comienzo a una serie de temporadas jugando a préstamo. Betis, Olympiacos, Villarreal, Sporting de Portugal, otra vez el Betis... Entre 2011 y 2018 perteneció al Arsenal, pero apenas sumó 23 encuentros con el equipo inglés, 19 de ellos en el curso 2015-16. Pese a no asentarse en ningún conjunto al otro lado del charco, en ningún momento perdió sus galones en la selección de Costa Rica, siendo pieza importante de los ticos tanto en la edición mundialista de 2014 –tan ilusionado estaba por su debut que compró cien paquetes de cromos para tratar de hacerse con el suyo, aunque reconoció que no figuró entre los 500 que le tocaron– como en la de 2018, marcando un gol en ambas citas.

Regreso a América

Después del evento de Rusia, salió del ecosistema gunner y firmó con el Frosinone italiano, donde ni siquiera cumplió una temporada ya que en enero de 2019 regresó a América para fichar por el León de México, donde sigue a día de hoy tras una cesión al Monterrey. A sus 30 años, ya no tiene la endiablada velocidad que le distinguía en el arranque de su carrera ni esta ha gozado del éxito que se llegó a pensar, pero acostumbra a transformarse cuando porta la camiseta de su selección.