El escritor irlandés John Boyne ha publicado 'Todas las piezas rotas' (secuela de 'El niño con el pijama de rayas'), que resigue la historia de la hermana mayor de Bruno al final de la guerra, y se ha referido a los cambios que se están introduciendo en obras publicadas: "Los libros no deberían cambiarse después de que muera un autor".
En rueda de prensa telemática este miércoles, ha explicado que es "prerrogativa" de un autor hacer cambios de su obra en vida, pero el hecho de que otros planteen cambios, como ahora pasa con Roald Dahl, divide la autoría entre el autor y en quien introduce los cambios, algo que considera que los lectores deben rechazar.
"Todas las piezas rotas"
'Todas las piezas rotas', que se publica esta semana en castellano por Salamandra y en catalán por Empúries, continúa la historia de Gretel, hermana mayor de Bruno, desde el París de 1946 hasta el Londres de la actualidad, donde a sus 92 años lleva una vida tranquila pese a una historia familiar oscura que no deja de atormentarla.
El autor ha asegurado que es un libro personal porque 'El niño con el pijama de rayas', que ha vendido 11 millones de ejemplares en todo el mundo, le cambió la vida, y que con esta secuela no quería "destruir el legado".
Ha afirmado que en el primero libro había cierta ingenuidad y que en este se da una mayor madurez, tanto de los protagonistas como de él mismo, y ha dicho que sabía que en algún momento volvería a esos personajes, pero que hubiera sido "un error" escribirlo inmediatamente después de 'El niño con el pijama de rayas' en 2007 y que los lectores necesitaban distancia.
Historias de supervivencia
Ha celebrado poder poner su "granito de arena" en mantener vivas las historias de los supervivientes del holocausto, y ha dicho que a corto plazo no tiene previsto volver a estos personajes.
Boyne ha dicho que el libro sobrevuela el tema de la complicidad, ya que le interesan más los cómplices que los que cometen delitos, así como la dificultad de dejar el pasado atrás: "Da igual donde estés: tu pasado seguirá persiguiéndote".
El escritor ha dicho que tiene amigos alemanes cuyos padres o abuelos estuvieron en el ejército o trabajaron en los campos de concentración, y considera que no se puede culpar a alguien de algo que no ha hecho, pero como puede sentir "una sensación de vergüenza".
"Las redes pueden arruinarte"
"Creo que sería muy difícil publicar 'El niño con el pijama de rayas' hoy", ha subrayado Boyne, que ha culpado al uso de las redes sociales de criticar antes de que se publique un libro, y ha recordado que cuando se anunció la continuación de la novela hubo quejas online en un momento que todavía era un borrador.
Boyne (Dublín, 1971) ha afirmado que se produce una respuesta de querer quejarse, de querer derribar a la gente, y eso hace que su relación con las redes sociales sea casi inexistente, solo con una cuenta donde cuelga fotos de lugares bonitos: "Las redes pueden arruinarte el día en 280 caracteres".
Hogar político
El escritor también ha rechazado los movimientos de ultraderecha que han aparecido en los últimos años, pero ha lamentado actitudes desde la izquierda que a su juicio le hacen parecerse a la derecha: "No sé dónde está mi hogar político".
Boyne ha lamentado la guerra en Ucrania, ha considerado positivo que la comunidad internacional se enfrente a la "conducta barbárica" de Vladimir Putin y ha esperado que todos los refugiados ucranianos puedan volver a su hogar y a las vidas que les han robado.