El actor John Malkovich ha presentado en Madrid la obra The Infernal Comedy - Confesiones de un asesino en serie, en la que da vida al homicida convicto Jack Unterweger (1950-1994), implicado en el asesinato de prostitutas en Viena, Graz, Praga y Los Ángeles.
“Siempre es positivo si alguien se ofende por lo que haces. Siempre tiene un componente bueno”, aseguró el actor, al ser preguntado si algún colectivo había protestado por dar vida a un asesino de prostitutas.
Malkovich interpretará a Unterweger mañana 11 y 12 de agosto en el marco del festival Veranos de la Villa, organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. El montaje es un drama para un actor, dos sopranos y orquesta barroca.
The Infernal Comedy está basada en la historia de la vida real de Jack Unterweger, un asesino convicto, reconocido poeta, célebre autor y periodista, “notorio mujeriego” y ejemplo de reinserción, que fue arrestado en Miami, trasladado a Austria, acusado, y finalmente se suicidó tras ser declarado culpable de homicidio de 11 casos.
“No creo que haya algo ni bueno ni malo en interpretar personajes malos o por lo menos no buenos. La mayor parte de la dramaturgia mundial se basa casi siempre en personajes quizás no necesariamente buenos o que no fueran malos pero que habían realizado unas decisiones malas”, manifestó Malkovich.
El actor, reconocido por ponerse en la piel de hombres malvados, matizó que la mayoría de los personajes que ha interpretado “no pretendían hacer ningún daño”. “Algunos personajes tienen unas cualidades evidentes y otras que no lo son tanto, pero esto no consiste en aprobar y reprobar a alguno de ellos”, dijo.
No obstante, Malkovich, que siempre desarrolla “una especie de hermandad” con los personajes a los que ha interpretado, indicó que no sabe si se puede “justificar” a este tipo de personas: “Una vez alguien comete un asesinato es muy difícil redimirlo. Puede que esa persona pueda redimirse”, añadió.
Con Unterweger, el actor reconoció que es la “asociación más duradera” que ha tenido con un personaje. Además, afirmó que esta obra “tiene algo que no tienen las demás, que es el componente musical y la potencia que tiene esta música”.
En sus palabras, la sensación con la música de la obra “es como si te golpeara una casa en movimiento”. “No puedes enfrentar la música de cara, tienes que rendirte, dejar que te arrolle y ver cómo abordarlo. Supone una experiencia única, es algo que he disfrutado muchísimo y puedo definir como algo muy único”, añadió.
Al comparar el teatro con el cine, el intérprete apuntó que el teatro es “efímero” y que las películas “duran para siempre”: “La película siempre es la misma, pero si vas a ver una obra de teatro la experiencia es única, el teatro se vive”.
Respecto a su evolución durante todos los años de su carrera, Malkovich comentó que no está convencido de haber tenido una evolución personal y bromeó con que “alguno podría calificarlo de involución”.
Sin embargo, señaló que las experiencias tienen “mucho impacto”. “Tus experiencias te influyen, pero seguimos siendo arcilla. El único talento que poseo y quizás no es ni un talento sino un don es el de la curiosidad”, precisó.
The Infernal Comedy está dirigida por Michael Sturminger y cuenta con Martin Haselböck como director de orquesta y como sopranos con Susanne Langbein y Chen Reiss. El espectáculo, que en Madrid ha vendido cerca de 2.500 entradas, se interpreta en inglés y las partes musicales en sus idiomas originales.
Durante la presentación de la obra, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, resaltó que es un actor que ha “marcado a muchos”. “Es un placer darle la bienvenida a Madrid y agradecerle que se suba a las tablas”, indicó.