El primer ministro británico, Boris Johnson, habló con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, sobre la propuesta de la líder nacionalista para celebrar un segundo referéndum sobre la independencia escocesa, según indicaron este martes fuentes del Ejecutivo autónomo.
Los dos políticos abordaron anoche este asunto en una conversación telefónica, en la que el primer ministro prometió responder a esa propuesta "a su debido tiempo", añadió la fuente.
En ese contacto telefónico, Johnson también agradeció a Sturgeon la contribución escocesa a la ayuda militar a Ucrania.
La ministra principal y líder del Partido Nacional Escocés (SNP) escribió la semana pasada al primer ministro para pedirle negociar los términos de la denominada Orden 30 del Acta de Escocia (1998), que transfiere temporalmente el poder para celebrar un referéndum del Parlamento de Westminster (central) al de Holyrood (Escocia).
Según el Gobierno británico, Johnson evaluará la propuesta de Sturgeon, si bien ya ha indicado en varias oportunidades que este no es el momento para convocar un plebiscito de escisión.
La ministra principal divulgó la semana pasada un ambicioso plan para celebrar otra consulta sobre la independencia y propuso la fecha del 19 de octubre de 2023 para ese referéndum.
En el primer plebiscito que tuvo lugar en septiembre de 2014, los escoceses rechazaron la separación de Escocia del resto del Reino Unido, pero Sturgeon argumenta ahora que hay razones para otra consulta después de que la región votó en contra del Brexit en 2016 y porque su formación fue la más votada en los comicios al legislativo de Edimburgo celebrados en mayo del año pasado.
En virtud del plan de Sturgeon, en caso de que el Gobierno británico no dé el visto bueno para otro referéndum, la ministra principal estudia otras vías -judicial y electoral- para forzar el referéndum.
Así, la líder del SNP ya ha pedido a la Corte Suprema del país que determine si el Gobierno escocés tiene el poder para convocar un referéndum sin el consentimiento del Ejecutivo central (Londres).
En caso de que el Supremo dictamine que Holyrood no tiene tal derecho, entonces Sturgeon centrará exclusivamente la campaña para las próximas elecciones generales británicas en un "referéndum de facto".
Según un portavoz del Ejecutivo escocés, Sturgeon le dejó claro a Johnson que ella está "preparada y deseosa" de negociar la orden 30.
Además, "reiteró que la ausencia de una orden 30, no significa que se le deniega a Escocia el derecho democrático a elegir", agregó el portavoz, en referencia a otras vías para convocar la consulta.
Sturgeon dijo la semana pasada que la pregunta en el eventual referéndum será: "¿Debería Escocia ser un país independiente?", la misma que se hizo en la consulta de 2014, en la que el 55 % de los votantes apoyaron la permanencia en el Reino Unido y el 45 % votó a favor de la escisión.